Las reacciones del Gobierno turco al brutal doble atentado de Estambul del sábado, que dejó al menos 44 muertos, no se han hecho esperar. En la mañana de este lunes, la policía turca ha detenido a 235 personas por supuestos vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), a quien Ankara apuntó como responsable de la masacre terrorista de Estambul. De ellos, 199 son miembros del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP), según la agencia estatal de noticias Anadolu. Los dirigentes del HDP, formación que defiende una solución política entre Ankara y los kurdos, ya fueron objeto de una operación antiterrorista el pasado noviembre, cuando 11 de sus diputados fueron arrestados, entre ellos los dos co-presidentes.
El operativo policial ha empezado de madrugada en cinco provincias del país, poco después de que los Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK), un grupo que se presenta como una escisión del PKK, se atribuyera la autoría del doble atentado. Varios analistas consideran que el TAK opera siguiendo las órdenes del PKK, sobre todo cuando se trata de atentados que causan víctimas civiles y, por tanto, empañan la imagen del PKK. Poco después de esta reivindicación, aviones del Ejército turco atacaron posiciones del PKK en el norte de Irak, destruyendo cuarteles y refugidos del grupo, según fuentes militares.
REGISTRO DE DOMICILIOS
Las detenciones se han producido en 11 provincias turcas e incluyen a los máximos responsables de Ankara y Estambul. Asimismo, las fuerzas de seguridad turcas han registrado diversos domicilios y la principal oficina del partido en la ciudad. El Gobierno acusa a estos políticos de haber hecho propaganda a favor del PKK.
Las autoridades turcas consideran al HDP, la tercera fuerza del Parlamento con 59 diputados, una extensión del PKK, y regularmente lanzan operaciones contra sus dirigentes. El PKK está incluida en la lista de organizaciones terroristas de Turquía, EEUU y la UE.
Además, este lunes se conoció que el carismático Selahattin Demirtas, co-líder del HDP, sufrió el pasado sábado una espasmo cardíaco en prisión. La semana pasada, el HDP denunció que Demirtas, el único político del país eurasiático con el suficiente carisma para competir con el de Erdogan, estaba siendo torturado en la cárcel, donde permanece desde su arresto del mes pasado.