Varias personas resultaron este lunes heridas y un número indeterminado permanecen desaparecidas tras dos explosiones en sendas plantas químicas del gigante alemán Basf en Lampertheim y Ludwigshafen (oeste de Alemania), dos localidades a apenas 30 kilómetros de distancia.
Las autoridades en Ludwigshafen pidieron que los niños de colegios y guarderías de la zona no salgan al aire libre después de que varios vecinos denunciasen problemas para respirar a raíz de la fuerte deflagración, que provocó un aparatoso incendio.