La familia de Keith Scott, el afroamericano tiroteado y muerto por la policía en Charlotte (Carolina del Norte), ha difundido este viernes un vídeo del fatal incidente que ha provocado tres días de violentos disturbios, y ha urgido de nuevo a las autoridades a que divulguen sus propias grabaciones del suceso.
El momento en que un agente de policía negro dispara a Scott, de 43 años y padre de siete hijos, no puede verse en el vídeo de dos minutos grabado por su propia mujer, Rakeyia, a quien se oye en todo momento suplicar a los agentes que no disparen contra su marido.
"¡No le disparen! ¡No tienen ningún arma!", implora la mujer con insistencia a los policías, mientras estos le exigen: "Suelte la pistola". En un momento determinado, Rakeyia asegura a los agentes que su marido "no les va a hacer nada, solo se tomó su medicación", referiéndose a un fármaco para tratarse un 'shock' traumático.
La dramática secuencia continúa y se oyen media docena de disparos, seguidos por los gritos desesperados de la mujer: "¿Le habéis disparado? ¿Le habéis disparado? Mejor que no esté muerto", solloza, mientras pide que llamen a una ambulancia.