El candidato populista que vendía esvásticas

El líder de AfD en el Estado de Sarre, Rudolf Müller, posee una tienda en la que comercia con objetos nazis prohibidos por el código penal

Símbolos nazis y fascistas a la venta. / IRENE SAVIO

El populismo xenófobo no deja de avanzar a paso firme en Alemania. La formación islamófoba Alternativa por Alemania (AfD) ha catapultado su ascenso político intentándose alejar de su faceta más ultra y presentándose como patriotas pragmáticos. Pero, de vez en cuando, su careta radical vuelve a salir a flote. El nuevo escándalo en el partido lo ha protagonizado Rudolf Müller, líder regional del pequeño estado de Sarre y candidato para las elecciones del próximo marzo, del que se ha desvelado que comercia con esvásticas y otros objetos nazis perseguidos por el código penal. 

Según ha desvelado una investigación de la revista ‘Stern’ y del programa de la televisión pública ‘Panorama’, Müller posee una tienda de antigüedades en las que vende reliquias como cruces gamadas, órdenes nazis y monedas y billetes que se utilizaron dentro del campo de concentración de Theresienstadt, situado en la Checoslovaquia ocupada por los nazis y en el que murieron decenas de miles de personas.

Más allá de su pasión por las antigüedades relacionadas con el Tercer Reich alemán, el caso es particularmente grave porque comerciar con medallas u otros objetos en los que se reproducen símbolos de organizaciones inconstitucionales como la esvástica es un delito y está perseguido por la legislación alemana, muy severa en la criminalización de los nostálgicos del nazismo.

Pillado por el programa televisivo, Müller aseguró que no conocía en ningún momento que el comercio de cruces gamadas fuese ilegal y se excusó diciendo que otras tiendas también lo hacían y que eran objetos muy codiciados por franceses y estadounidenses. “Moralmente la venta no es un problema”, aseguró el político de 65 años.

HISTORIAL ULTRA EN SARRE

El caso de Müller es el último episodio político de una delegación regional de AfD ya acostumbrada a los escándalos. El pasado 24 de marzo la dirección del partido a nivel federal forzó la disolución de la cúpula populista en Sarre después de que se diese a conocer que dos de sus líderes mantenían contacto directo con el partido neonazi (NPD), en vías de ilegalización, y con los brazos más radicales de la ultraderecha alemana.

El próximo 26 de marzo, el estado de Sarre celebrará unas elecciones regionales en las que el populismo xenófobo tiene el viento a favor. Las últimas encuestas apuntan a que AfD podría repetir la fórmula conseguida en las elecciones de Berlín y capitalizar el voto de descontento que en los comicios del 2012 captó Los Piratas para irrumpir en el Parlamento regional con un 11% de los votos. De confirmarse ese auge, los populistas pelearían por ser entre la tercera y la cuarta fuerza en este pequeña länd del este que limita con Francia y Luxemburgo.

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