De Kim Jong-un se esperaba cuando heredó el trono por la muerte de su padre que colocara al país en una senda más razonable e incluso se le comparó con reformistas como Gorbachov o Deng Xiaoping. El tercer escalón de la estirpe Kim que ha gobernado con puño de hierro el país desde el final de la guerra en 1953 estudió en Suiza, admira a Michael Jordan y Eric Clapton, llenó de economistas su gobierno y dijo que su prioridad era el bienestar de su pueblo.
El optimismo se ha desvanecido cinco años después. Kim Jong-un ha superado en desmanes armamentistas a su padre y su aislamiento internacional es incluso mayor tras arruinar las relaciones bilaterales con China, que no ha dudado en apoyar las sanciones en la ONU.
PURGAS Y EJECUCIONES PERIÓDICAS
También en el plano interno ha empeorado el cuadro heredado, con purgas y ejecuciones periódicas que han extendido el régimen de terror. Ni siquiera se escapó Jang Song-thaek, su tío, mentor y número dos del régimen, fusilado por presuntas traiciones.