La policía de fronteras ucraniana detuvo a finales de mayo a un ciudadano francés que transportaba armas y explosivos con la intención de llevar a cabo al menos 15 ataques terroristas en Francia coincidiendo con la inminente Eurocopa de fútbol, según han informado fuentes oficiales en Kiev. De acuerdo con la versión de los servicios secretos ucranianos, el detenido, un joven de 25 años de ideología ultraderechista, transportaba en el vehículo en el que viajaba 125 kilogramos de explosivos y un verdadero arsenal de guerra, compuesto por lanzagranadas, fusiles de asalto y munición.

El anuncio ha desatado la psicosis en Francia, país que ha sido golpeado por el terrorismo en varias ocasiones el pasado año, en dos de ellas mediante atentados coordinados reivindicados por Al Qaeda en la Península Arábiga y Estado IslámicoAl Qaeda en la Península ArábigaEstado Islámico que causaron 150 fallecidos y decenas de heridos, y a pocos días del inicio del Campeonato de Europa de selecciones nacionales de fútbol. Por el este, la Europa del espacio Schengen comienza precisamente en Polonia, lo que significa que, de haber logrado cruzar la frontera ucraniano-polaca, el sopechoso de terrorismo podría haber llegado hasta París sin necesidad de atravesar ningún control fronterizo.

Según sostiene el jefe de los servicios secretos ucranianos (SBU), Vassil Grystak, se trata de un ciudadano opuesto a la política del Gobierno de París "sobre la llegada masiva de extranjeros a Francia, la difusión del islam y la globalización". Sus objetivos eran mezquitas, sinagogas, oficinas de Hacienda y autopistas.

De acuerdo con las informaciones propocionadas por los servicios secretos ucranianos, el arrestado, un desconocido para las fuerzas de seguridad francesas, llegó a Ucrania en diciembre pasado, y de inmediato comenzó a interesarse en la compra de armas y explosivos con las unidades militares insurgentes en el este del país que combaten contra el Ejército del Gobierno de Kiev. Los servicios secretos ucranianos aseguran haber trabajado durante seis seis meses en el caso antes de proceder al arresto, llegando a vender al sospechoso explosivos y armas desactivadas.

La detención se produjo el pasado 21 de mayo, pero Kiev asegura que ha guardado silencio para no afectar los preparativos de la Eurocopa. Finalmente, después de que la información haya sido filtrada por algunos medios de comunicación franceses, Grystak accedió a convocar una rueda de prensa para dar cuenta ante la opinión pública nacional e internacional de lo sucedido.  

REGISTRO EN EL DOMICILIO DEL SOSPECHOSO

En Francia, la Oficina Central de la Lucha contra la Criminalidad Organizada y el servicio regional de la policía judicial de Nancy han abierto una investigación. El domicilio del sospechoso, que trabaja en una cooperativa agrícola del bajo Rin, en Nant-le-Petit, una pequeña localidad de 80 habitantes en el este del país, ha sido registrado y se ha hallado una camiseta con las siglas de un grupo de extrema derecha, así como sustancias con las que se pueden fabricar explosivos caseros. Segun el director técnico de la cooperativa en la que trabaja, se trata de un "trabajador irreprochable", y un chico "agradable con los vecinos, inteligente y simpático". Los investigadores han requerido información adicional a sus colegas ucranianos y no se descarta que el sospechoso sea finalmente extraditado a Francia.   

Las autoridades francesas se hallan en estado de alerta ante la inminencia de la Eurocopa. El presidente francés, François Hollande, ha admitido la existencia de una importante amenaza sobre el campeonato de fútbol, amenaza que "por desgracia será larga", lo que, según su parecer, justifica el despliegue de 90.000 miembros de las fuerzas de seguridad para garantizar que el campeonato se desarrolla sin incidentes. Uno de los objetivos de los extremistas de Estado Islámico, el pasado noviembre, fue precisamente un partido de fútbol amistoso que disputaban en el Stade de France, en la periferia parisina, precisamente donde se jugará la final, los equipos de Francia y Alemania.