'Brexit', incógnita en el Reino Unido

A un mes del referéndum y con el resultado abierto, la consulta provoca una guerra civil en el partido conservador

No habrá Brexit_MEDIA_1 / LEONARD BEARD

¿Quedarse o marcharse? ¿Seguir en la Unión Europea o abandonar el club de Bruselas? ¿"In” o “Out”? A solo un mes del referéndum los británicos sopesan la respuesta, que habrán de dar el 23 de junio. Aunque los últimos sondeos se inclinan hacia la permanencia, el resultado está en el aire. El pragmatismo de los votantes, que no el amor a Europa, debería imponerse al final. Pero hay más preguntas que respuestas a la hora de valorar pros y contras en una decisión crucial. En lugar de juicios ecuánimes y análisis independientes, los ciudadanos reciben un bombardeo de mensajes crispados, estadísticas trucadas y predicciones apocalípticas desde los dos bandos en campaña.

David Cameron, a la cabeza de 'Britain Stronger in Europe' ('Gran Bretaña más fuerte en Europa'), invoca una guerra mundial si el Reino Unido deja la UE.  Boris Johnson, el rosto más popular de 'Vote Leave' ('Vota salida') recurre a la aspiración paneuropea de Hitler, como ejemplo de lo que puede ocurrir, en caso de que los británicos opten por la permanencia. Tales exageraciones son contraproducentes, señala Steve Hilton, que durante siete años fue consejero de Cameron. “Los dos bandos están tratando a la gente como si fuera boba”, afirma.

Economíaemigración, soberanía nacionalcontrol de las fronteras son los asuntos sobre los que gira la campaña. Y cada cual explica a su manera cómo afectará el resultado a los bienes más preciados de los británicos, como son la propiedad inmobiliaria y la sanidad pública. De acuerdo con el ministro de Finanzas, George Osborne, el 'Brexit' implicaría "un shock económico inmediato" y devaluaría “en un 18% el precio de la vivienda". El exministro de Trabajo, Ian Ducan Smith, le llama mentiroso y le compara con Pinocho.

GRAVES RIESGOS

Los grandes organismos financieros internacionales, la banca, la patronal, el Tesoro británico, el Banco de Inglaterra y los líderes del G7 el pasado fin de semana, han advertido, sin embargo, de los graves riesgos de dejar la UE. El 'Brexit' ha perdido el argumento económico y prefiere volcarse en explotar el miedo a la emigración invocando la amenaza de Turquía.

“Más de doce millones de turcos piensan venir a Gran Bretaña cuando el país se una a la UE”, anunciaba la portada del 'Sunday Express' este domingo. Turquía y otros cuatro países -Albania, Montenegro, Macedonia y Serbia- pueden entrar en la Unión Europea en cosa de cinco años, declaró el pasado viernes el ministro de Justicia, Michael Gove. Su llegada conllevaría un aumento “de entre 3,1 y 5,2 millones de emigrantes” para el 2030. “La idea de pedir a la NHS que cuide de un nuevo grupo de pacientes equivalente en talla a cuatro ciudades como Birmingham es claramente insostenible. La libertad de movimiento a esa escala puede tener enormes consecuencias para la NHS”, declaró el ministro, imitando la retórica de Nigel Farage y el UKIP. En las últimas horas, Cameron ha respondido acusando a la campaña de 'Vote Leave' de “engañar seriamente” al negar que el Reino Unido podría vetar esa hipotética entrada. Faltan “literalmente décadas”, antes de que Turquía pueda ser miembro de la UE, afirmó el primer ministro.

La campaña es una guerra civil por el poder en el partido conservador, cada vez más grosera y cruenta. Johnson, exalcalde de Londres, se unió al 'Brexit', con la vista puesta en Downing Street. Si las urnas confirman la salida de la UE, Cameron será forzado a dimitir y habrá elecciones anticipadas. Un Gobierno con Johnson al frente arrastraría al Reino Unido al ultraliberalismo más radical. Eso explica, en parte, que la izquierda británica -sindicatos y el Partido Laborista- en otro tiempo bastante antieuropa, haga campaña por la permanencia. “Johnson y la derecha 'tory' están buscando un mandato vía referéndum para volver de lleno al thatcherismo: menos regulación en el empleo, sueldos más bajos, menos limitaciones en los negocios”, señala el ensayista y periodista económicoPaul Manson.

Tres últimos sondeos dan ventaja al 'In' pero nadie se fía y menos que nadie los inversores. En la City se están firmando “clausulas 'Brexit'”, en contratos inmobiliarios que permitirán a los compradores retirar la oferta en caso de triunfar la salida de la UE. 

Cabeza de turco

Turquía es la última amenaza esgrimida por el 'Brexit' para dejar la UE.  Amenaza para la seguridad, porque es uno de los países, “con altas tasas de criminalidad, problemas con bandas delictivas, células terroristas y altos niveles de pobreza”, declaró el domingo la Secretaria de Estado de las Fuerzas Armadas, Penny Mordaunt.  De acuerdo con Mordaunt, el Reino Unido no podrá vetar esa adhesión. “No vamos a ser consultados. Van a entrar, sólo es cuestión de cuándo”. 'Vote Leave' sugiere que los turcos podrían formar parte de la UE en cinco años. Cameron responde que “transcurrirán décadas” y además está el veto.  “El Reino Unido, como cada país de la UE, tiene el derecho a vetar la entrada de otro país”. Pero Mordaunt afirma que Turquía utilizará la crisis de los emigrantes para lograr entrar.