Israel y Arabia Saudí, de acuerdo en estar en contra del acuerdo

El Gobierno de Netanyahu sostiene que Irán engaña a la comunidad internacional y que sigue trabajando para dotarse de armas nucleares

La monarquía de los Saud teme que, al disponer de más recursos, el régimen iraní aumente su influencia en la zona tras el levantamiento de sanciones

Netanyahu, durante una reunión del consejo de ministros, el 17 de enero. / REUTERS / DAN BALILTY

El levantamiento de las sanciones económicas que pesaban sobre Irán gracias al cumplimiento de sus compromisos con la comunidad internacional en materia nuclear, certificado por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), supone, según Israel y algunos países árabes encabezados por Arabia Saudí, “más inestabilidad para Oriente Próximo”.

Esta es la opinión del primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, y de la mayoría de sus conciudadanos. “Ahora Irán tendrá más recursos para destinar al terrorismo y sus agresiones en la región y el mundo", aseguró este domingo Netanyahu.

"Si no fuese por nuestros esfuerzos para abanderar las sanciones y hacer fracasar el programa nuclear iraní, Irán habría tenido armas nucleares desde hace tiempo", señaló Netanyahu. “El Gobierno israelí y muchos ciudadanos están muy preocupados porque creen que Irán engaña y va a desarrollar capacidades nucleares peligrosas antes de diez años”, explica a este diario el profesor Moshe Maoz, de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

MÁS PELIGROSO QUE EL ESTADO ISLÁMICO

Netanyahu alerta de que  "Irán tendrá ahora más recursos para extender el terrorismo"

“Irán no se ha comprometido a detener el desarrollo de misiles, y dispone de proyectiles de alto rango que pueden llegar a Israel”, señala Maoz, que añade: “Seguirá alimentando la inestabilidad. Nunca ha dejado de apoyar a Hizbulá (movimiento chií libanés que aboga por la eliminación de Israel) y al régimen de Siria”.

“El peligro iraní es mayor y más crucial que el del Estado Islámico. Con el levantamiento de sanciones, Irán tendrá más recursos para financiar a Hizbulá, el terrorismo y conflictos”, asegura el profesor. “Israel tendría que unirse a los estados musulmanes sunitas que están en contra de Irán para contenerlo”, opina Maoz.

POTENCIA CHIÍ

Irán es la gran potencia chií de Oriente Próximo y tiene como principal rival a la suní Arabia Saudí. Los dos países se enfrentan indirectamente en Siria, donde Teherán está al lado del régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, y Riad de grupos rebeldes -sobre todo islamistas- que luchan por derrocarlo. También miden sus fuerzas en Yemen, donde los iranís apoyan a los rebeldes huzís y los saudís al presidente del país, suní.

La tensión entre las dos potencias regionales se disparó el 2 de enero con la ejecución del clérigo chií Nimr al Nimr en Arabia Saudí y acabó en la ruptura de relaciones diplomáticas entre los dos países.

Arabia Saudí  se enfrenta con Irán en conflictos como el de Siria y Yemen

El levantamiento de las sanciones supondría que los iraníes ganen influencia regional y recuperen recursos, dos beneficios a los que Riad teme. Irán recuperará automáticamente unos 30.000 millones de dólares en el extranjero y responsables de la administración de EEUU calculan que se le desbloquearán más de 100.000 millones.

El régimen de los ayatolás dejará de sufrir restricciones bancarias, comerciales, de transporte y de adquisición de tecnología, entre otras, y podrá incrementar en gran cantidad sus exportaciones de petróleo. Aunque los bajos precios del mercado -que han descendido aún más con la noticia del levantamiento del embargo a Irán y acumulan una caída de más del 20 % desde el inicio de 2016- frenarán sus ingresos.

Irán posee la cuarta reserva mayor de crudo del planeta y Arabia Saudí, la segunda. Los saudís se han visto ya perjudicados por esta última caída que ha provocado la resurrección de Irán en el mercado.