DERRIBO DEL CAZA RUSO. Las fuerzas aéreas turcas derribaron el 24 de noviembre un caza ruso SU-24 que supuestamente había penetrado en el espacio aéreo turco y había desoído las órdenes de abandonarlo. El aparato cayó en una zona rural del norte de Siria cercana a la frontera turca.
CON VISADOS A RUSIA. Moscú siempre negó la tesis de Ankara y, como represalia al derribo de su avión, anuló tres días después la exención de visados para los ciudadanos turcos y trató de vincular al Gobierno turco con el Estado Islámico (EI).
ACUSACIONES CONTRA ERDOGAN. El 30 de noviembre, Putin acusó a Turquía de comprar petróleo al EI. Erdogan replicó que dimitiría si demostraba esta acusación. El Kremlin, días después, fue más allá y acusó al presidente turco y a su familia de enriquecerse personalmente con el contrabando de ese petróleo.
SANCIONES ECONÓMICAS. Siguiendo con las represalias, Rusia suspendió el 1 de diciembre los vuelos chárter a destinos turcos e impuso un embargo sobre las importaciones de los productos agrícolas.