Lucio Ángel Vallejo Balda, de 54 años, es el «mejor ecónomo» de la Iglesia, según su subordinada Francesca Immacolata Chaouqui, ahora acusada junto a él de haber pirateado el ordenador más reservado del Vaticano. La carrera del sacerdote debía culminar en marzo del 2014 con el cargo más alto: secretario para la economía, organismo del Consejo para la Economía, una especie de superministerio de Economía y Hacienda y revisor de cuentas de la Santa Sede y del Estado pontificio. Tan seguro estaba que Vallejo y Chaouqui organizaron una recepción con bufet en una terraza vaticana, con 150 invitados VIP. Francisco nombró a otro, además de desaprobar el lujoso ágape.
Nació en 1961 en Villamediana de Iregua (La Rioja), Vallejo Balda ya estaba a los ocho años en el seminario de Logroño, entró en el Opus Dei, se licenció en Teología Espiritual y se doctoró en Teología. En Astorga ejerció como párroco y ecónomo, el más joven de España, y al Vaticano le señaló el cardenal de Madrid Antonio M. Rouco Varela. El papa Francisco le nombró secretario de la extinta comisión que debía reformar las instituciones económicas.