Alemania vuelve a enfrentarse a la polémica recopilación de datos. El Parlamento germánico ha aprobado después de un caluroso debate una ley que obliga a las compañías telefónicas y de Internet a retener durante un máximo de 10 días información de los usuarios y de sus comunicaciones.
Los opositores a la propuesta argumentan que la nueva legislación vulnera los derechos de los ciudadanos. La ley permitirá que el Gobierno teutón, y no las empresas, almacenen en centros de procesamiento datos como la durada de las llamadas o las direcciones IP de los usuarios en la red.
OPOSICIÓN DE LOS SOCIALDEMÓCRATAS
La acción puede acarrear nuevas fisuras en la coalición de Merkel, ya que los socialdemócratas se oponen a la recopilación de datos.
Aunque, según el Gobierno, la recopilación de datos servirá para ayudar a combatir el crimen y el terrorismo, la ley reabre el debate sobre la intromisión de la política en la vida privada de los alemanes, un tema muy controvertido en el país desde que se dieron a conocer las revelaciones del exanalista de la CIA Edward Snowden sobre el espionaje masivo de Estados Unidos en Alemania.
La persecución de la Gestapo durante el régimen nazi y de la Stasi en el periodo comunista todavía están muy presentes en la memoria colectiva germana.