En la era de las redes sociales, las imágenes de ataques o de la violencia de las fuerzas de seguridad llegan a palestinos e israelís a una velocidad vertiginosa.
Algunos vídeos, como el de la muerte del palestino Fadi Alun, que según la policía apuñaló a un israelí, se han vuelto virales. En la grabación, el chico -que no parece armado- está acorralado por extremistas judíos que gritan que es un terrorista. La policía llega y lo acribilla a tiros sin preguntar.
Otro vídeo muestra cómo un colono israelí coloca un trozo de cerdo sobre un palestino herido que ha cometido un ataque en Cisjordania. El equipo médico y los soldados que lo atienden no se inmutan e meten al palestino en la ambulancia con carne de cerdo en la cara.
Estas imágenes provocan en la red miles de comentarios de indignación de palestinos, insultos y mensajes de incitación a la violencia. Por internet corren vídeos en los que se enseña a asesinar judíos o a apuñalar, y en Facebook se coloca un icono de «me gusta» en el que la mano sujeta un cuchillo. También hay grabaciones de grupos palestinos como Hamás o la Yihad Islámica en que se insta a la tercera intifada o a la violencia contra israelís.
Israel exigió hace unos días a Facebook y YouTube que retiraran estos vídeos y la policía israelí abrió una unidad de ciberseguridad en árabe para vigilar las redes, después de que autores de ataques anunciaran sus intenciones en Facebook. No obstante, familiares y amigos de presuntos agresores aseguran que los mensajes fueron introducidos por hackers tras los ataques. Los muros de Facebook de muchos jóvenes israelís también rebosan violencia: abundan los mensajes de «muerte a los árabes», llamadas a agredir o a «matar árabes», a dispararles, insultos contra el islam y Mahoma y vídeos violentos.
Por boca de la ministra
Grupos judíos como el anti-árabe Lehava incitan al odio y la actual ministra de Justicia israelí, Ayelet Shaked, escribió en Facebook, en el 2014: «Detrás de cada terrorista hay decenas de hombres y mujeres. Israel debe declarar la guerra a todo el pueblo palestino». «Aunque los vídeos y comentarios en las redes sociales contribuyen a encender los ánimos, no se puede culpar a internet de la violencia», indica Salah, un palestino de Jerusalén.
«Los palestinos han entendido el poder de los medios. Cada vez más intentan explicar la versión palestina de la historia, a menudo ignorada o marginada por los principales medios de comunicación», afirma Rania Zabaneh, analista de redes sociales que añade. «Las redes sociales añaden leña al fuego, pero no lo encienden».