El Ejército israelí mató ayer a seis palestinos, entre ellos uno de 15 años, e hirió a cien más en protestas en Gaza, según el Ministerio de Sanidad de Hamás. Una portavoz militar dijo que los palestinos «se acercaron a la valla de seguridad (en la frontera entre Gaza e Israel) y lanzaron piedras y neumáticos incendiados» a los soldados israelís, que dispararon.

Los disturbios empezaron tras la oración musulmana del viernes. Decenas de jóvenes protestaron cerca del cruce fronterizo de Nahal Oz y en Yabalia, Beit Janún y Jan Yunis. En la oración habló el número dos de los islamista de Hamás, Ismail Haniyeh, para anunciar que «la intifada de (la mezquita de) Al Aqsa ha revivido y queremos unirnos a ella».

«Los judíos intentan tomar Al Aqsa, pero no lo lograrán (…) La liberaremos (…) Llamamos a escalar y profundizar la intifada. Estamos orgullosos de vosotros, héroes de los cuchillos», indicó Haniyeh, en referencia a los palestinos que atacan con armas blancas.

En Dimona, al sur de Israel, un israelí acuchilló a tres palestinos y un beduino israelí y fue arrestado. En Jerusalén, un palestino apuñaló e hirió levemente a un israelí de 16 años y lo detuvieron.

En la colonia judía de Kiriat Arba (Cisjordania), un policía fue apuñalado por un palestino al que mataron luego. En Afula (norte de Israel), una palestina de Israel que presuntamente intentó atacar a un agente con un cuchillo fue gravemente herida por policías. En Cisjordania y Jerusalén hubo disturbios en varios puntos que causaron 95 heridos.