Un centenar de refugiados se han manifestado este miércoles ante la principal estación de ferrocarril de Budapest, mientras la policía impedía a dos millares de sirios abordar los trenes en dirección a Austria y a Alemania. Los manifestantes exigían ser autorizados a salir hacia el norte del país.
Alrededor de 600 hombres, mujeres y niños, originarios de Siria, Irak y de Afganistán, se congregaron ante la estación de Keleti, algunos de ellos sentados sobre el suelo, mientras que 1.200 habían sido reagrupados en el interior de la estación, en una zona de tránsito.
ÚLTIMO TREN A VIENA
El martes, las autoridades procedieron a evacuar el edificio después después de que 500 refugiados intentasen montar, en medio del caos, a bordo del último tren que salía para Viena. La estación ha podido reabrir sus puertas, aunque se ha prohibido el acceso a los sirios, sin que hubiera indicación alguna sobre la perennidad de esta medida.