La oenegé Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este martes la decisión de las autoridades de Kuwait de imponer a todos los habitantes del país árabe la obligatoriedad de hacerse un test de ADN. Según la oenegé, esta medida, única en el mundo, viola el derecho a la vida privada.
A principios de julio, a raíz de un atentado cometido el 26 de junio en una mezquita chií, el Parlamento de Kuwait impuso esas pruebas de ADN con el argumento de que así se podría identicar más facilmente a las víctimas. La intención del Gobierno es que los 1,3 millones de kuwaitís y los 2,9 millones de extranjeros que viven en el país se sometan a ese análisis. Aquellos que rechacen hacerse esa prueba se arriesgan a una pena de un año de prisión y a una multa de 30.000 euros.
"Numerosas medidas pueden ser útiles para protegerse de ataques terroristas, pero su utilidad potencial no justifica que se violen derechos humanos", ha subrayado en un comunicado Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Oriente Próximo.