La lección principal de lo ocurrido

La sensación de que se ha rozado una catástrofe no se aplica solo a Grecia, sino también a la Eurozona y a la Unión Europea como tal. Aunque la asimetría en la confrontación era apabullante (a un lado Tzypras, al otro el pack Merkel, Schlaube, Djsselbloem, Draghi, Lagarde  , etcétera), el dilema afectaba a todos. Porque ¿forzando el Grexit, quién iba a cobrar? ¿Y con el tercer rescate, sin reestructurar la deuda? La UE ha obviado que todo este desbarajuste no ha empezado con el referéndum griego, o con los cinco meses de gobierno de Syriza. Llega después de cinco años, dos rescates y varios gobiernos (y Siriza no estaba en ellos) en los que Grecia ha aplicado al pie de la letra la partitura inamovible de la troika. Resultado: una contracción del PIB del 25%, se ha doblado la deuda (del 95% al 180% del PIB), cero creación de empleo, fuga de capitales, etcétera.

La lección principal: si quieres pesar en la UE, gana las elecciones en tu país de origen; esto es un tinglado intergubernamental asimétrico y punto. Por cierto, será en estas elecciones donde florecerán todo tipo de partidos (y eventualmente gobiernos, que estarán en el Consejo Europeo) cada vez más euroescépticos. Con suerte, tipo Podemos o Syriza, con menos suerte, Marine Le Pen y adláteres.