Un niño de 10 años pidió el pasado sábado ayuda a los responsables de un restaurante de comida rápida en Francia al darse cuenta del estado de embriaguez de su madre, que estaba el coche en que viajaba junto a su hermano de cuatro años.
Los hechos ocurrieron en la localidad de Valence. El joven aprovechó que su madre había parado el coche para bajarse y entrar corriendo en un establecimiento. Allí, le explicó al gerente que su madre iba borracha y que conducía haciendo eses, subiéndose varias veces a la acera.
LLAMADA A LA POLICÍA
El responsable llamó a la policía, que envió una patrulla cuyos agentes se llevaron a la familia a la comisaría. Ya en dependencias policiales, se sometió a la mujer a un test de alcoholemia, que dio positivo.