1) MAYORÍA SIMPLE
En el Reino Unido se sirven del sistema uninominal mayoritario, lo que llaman ‘First Past the Post’. Este se basa en la mayoría simple, no absoluta. De esta manera, el vencedor sólo necesita tener un punto más que el segundo para ganar, aunque no supere el 50% de los votos.
El sistema limita la representación de los partidos minoritarios y facilita la elección de los partidos hegemónicos. Eso explica que, desde el 1922, 18 de las 23 elecciones generales se hayan ganado con mayoría absoluta. En las elecciones del 2010, el 52,8% de los votos no sirvieron para nada ya que apoyaban a candidatos perdedores.
2) EL PESO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN
El Reino Unido tiene 650 circunscripciones que representan a Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Cada circunscripción sólo puede tener un representante en la Cámara de los Comunes. El sistema de mayoría simple hace que los partidos se lo jueguen todo en las circunscripciones.
El UKIP, por ejemplo, fue la cuarta fuerza en 2010 pero se quedó sin representación porqué no ganó en ninguna circunscripción. Este año, líderes políticos como Nick Clegg y Nigel Farage pueden quedarse fuera de Westminster si no ganan en su zona.
3) CONCENTRACIÓN DEL VOTO
La nación británica se divide en distritos electorales geográficamente definidos (conocido como Gerrymandering). Esos márgenes pueden ser delimitados y modificados por los políticos, lo que les permite hacerlo en función de sus intereses electorales y agrupar a más votos favorables en una zona concreta.
Eso se traduce en una concentración del voto uniforme en diversas áreas del país que beneficia directamente a conservadores y laboristas. Ambos partidos se han opuesto en más de una ocasión a reformar el sistema electoral.
4) SIN SEPARACIÓN DE PODERES
El Primer Ministro no es un cargo elegido directamente por la ciudadanía sino que sale como resultado de las elecciones parlamentarias. El líder del partido vencedor es designado por la Reina como nuevo ‘premier’. A diferencia de países como Francia o Estados Unidos, dónde hay dos elecciones separadas, en el Reino Unido no hay separación de poderes, ya que el poder ejecutivo está estrechamente ligado con el legislativo. El partido vencedor puede gobernar con mayoría absoluta o, en caso de no obtenerla, hacerlo en minoría o con un gobierno de coalición.