El primer ministro de Nepal, Sushil Koirala, ha admitido que el número de fallecidos por el terremoto del pasado sábado podría superar los 10.000 y ha asegurado que su Gobierno está "en pie de guerra" para rescatar y ayudar a los damnificados.
El jefe del Gobierno nepalí ha apuntado, en una entrevista con la agencia Reuters, que su país necesita tiendas y medicinas para las víctimas. En este sentido, ha advertido de que las labores de tratamiento y rehabilitación supondrán un "gran desafío" nacional.
La última cifra oficial difundida por el Gobierno nepalí indica que las víctimas mortales ya son más de 5.000 (5.057), mientras que la de heridos ha sobrepasado los 10.900 (10.915) y la de desplazados internos se ha situado en más de 450.000 personas.