informe anual

Amnistía critica el aumento de las condenas a muerte en todo el mundo

Un número alarmante de países utilizaron en el 2014 la pena de muerte para responder a amenazas como el terrorismo, la delincuencia o la inestabilidad interna, según denuncia Amnistía Internacional, que en su informe anual sobre la pena capital en el mundo critica duramente que aunque el año pasado hubo menos ejecuciones, se condenó a muerte a un mayor número de personas.

«Es un intento inútil para responder a las amenazas, ya sean reales o imaginarias. Los gobiernos que utilizan la pena de muerte se engañan a sí mismos», denunció ayer el secretario general de AI, Salil Shetty.

Amnistía considera vergonzoso que en el 2014 se documentaran casi 500 condenas más a muerte que en el año anterior, pasando de 1.925 a 2.466. Este incremento se debe principalmente al repunte de la represión en países con conflictos internos como Nigeria o Egipto, con el que EEUU ha restablecido parcialmente su colaboración militar.

En su informe, AI también anunció datos positivos. El año pasado se llevaron a cabo al menos 607 ejecuciones, frente a las 778 del 2013, lo que supone una reducción de más del 20%. Desde 1995 se ha reducido la cifra de países que aplican esta medida de 41 a 22.

Las cifras de ejecutados no incluyen a China, país que no hace público el número de ajusticiados, pero AI cree que allí se ejecuta y condena a muerte a miles de personas cada año y que, de hecho, en el 2014 se ejecutó a más personas que en el resto del mundo en su conjunto. El listado de los cinco países que más ejecutan lo completan Irán, con 289 ejecuciones anunciadas oficialmente y al menos 454 más no reconocidas por las autoridades; Arabia Saudí, con al menos 90; Irak, con al menos 61, y Estados Unidos, con 35.