Las lluvias torrenciales y las inundaciones que desde este fin de semana sufren varias regiones de Marruecos se han cobrado ya la vida de al menos 32 personas en el sur del país, y seis más están desaparecidas. La mayoría de los fallecidos se han registrado en la provincia de Guelmín, en el sureste, muy cerca de la frontera con Argelia. Además de las víctimas, las lluvias han causado cuantiosos daños materiales.
El rey Mohamed VI ha dado órdenes a las autoridades para que tomen "todas las medidas de emergencia necesarias para ayudar y apoyar a las víctimas de las inundaciones", según una declaración oficial. El Ejército ha desplegado helicópteros para evacuar a decenas de personas, incluyendo algunos extranjeros, en áreas amenazadas por la fuerte subida del nivel de los ríos, ha informado la agencia de noticias marroqui MAP.
Páginas web de información local muestran cómo las riadas han arrastrado coches, camiones y carreteras en varias regiones del país, incluyendo Guelmín y Marraquech.