GUERRA CIVIL EN UCRANIA

Kiev y los rebeldes prorrusos crean una zona desmilitarizada

Moscú envía un tercer convoy humanitario a la región de Donetsk

El Gobierno de Ucrania y los rebeldes prorrusos reforzaron este sábado por la madrugada en Minsk (Bielorrusia) la tregua acordada hace dos semanas con la firma de un memorando de paz, aunque aplazaron las negociaciones sobre el autogobierno para las regiones de Donetsk Lugansk, controladas por los separatistas.

Tras siete horas de negociaciones, los delegados de Kiev y de los rebeldes prorrusos rubricaron un documento que refuerza el alto el fuego, e incluye, entre otros, la desmilitarización de una zona de 30 kilómetros en el este del país, la prohibición de sobrevolar ese área y la retirada de mercenarios extranjeros del conflicto. El acuerdo fue anunciado a la prensa por el enviado de Kiev, el expresidente Leonid Kuchma.

SUPERVISIÓN

El objetivo del memorando era consolidar la actual tregua, suscrita el pasado día 5 pero violada con frecuencia. Observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que también supervisarán las elecciones anticipadas previstas para octubre en Ucrania, serán los encargados de comprobar la desmilitarización de la zona de seguridad. Además, el Gobierno ucraniano y los separatistas acordaron no utilizar armas pesadas en zonas pobladas.

En cuanto a la ley de autogobierno aprobada esta semana por la Rada Suprema (Parlamento), las dos partes acordaron aplazar la discusión. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, aún no ha promulgado dicha normativa, aunque se ha mostrado dispuesto a otorgar toda clase de competencias a los separatistas siempre que permanezcan en el seno de un Estado unitario.

ATAQUES MUTUOS

Horas después de rubricar el memorando, el optimismo de las dos partes quedó en entredicho. El mando militar ucraniano denunció numerosos ataques perpetrados por las milicias prorrusas contra puestos de control oficiales con artillería y morteros. En respuesta, las fuerzas gubernamentales destruyeron un sistema de misiles Grad y cuatro piezas de mortero, además de matar a una veintena de milicianos.

Por su parte, los insurgentes acusaron a Kiev de atacar Donetsk cuando se estaban descargando los alimentos, medicinas y generadores traídos por un convoy humanitario ruso de 200 camiones, el tercero enviado por Moscú desde el inicio de la crisis en el este de Ucrania.