El primer ministro francés, Manuel Valls, ha superado este martes por 269 votos a favor, 244 en contra y 53 abstenciones la moción de confianza a la que ha sometido al nuevo Gobierno surgido de la remodelación que hizo a finales de agosto tras la salida de los miembros más críticos con la política económica del Ejecutivo.
Logra así una mayoría relativa de la Asamblea Nacional y aleja el fantasma de la disolución parlamentaria y la convocatoria de nuevas elecciones.
No obstante, el número de abstenciones, algunos procedentes de las filas socialistas, pone de relieve la importancia creciente de los diputados rebeldes, organizados en torno a una corriente llamada ‘Vive la gauche’ (Viva la izquierda).
A ellos se ha dirigido Valls, tanto en el discurso de política general pronunciado esta tarde como en los días previos a la moción de confianza, empleándose a fondo para convencerles de que hicieran un ejercicio de responsabilidad.
En abril pasado, cuando el primer ministro solicitó también el visto bueno de la Cámara baja para su Gabinete, logró 306 votos favorables.