ACCIÓN TRUCULENTA EN ORIENTE PRÓXIMO

Obama hace frente al chantaje de los yihadistas

El Estado Islámico decapita a un reportero de EEUU y amenaza a otro

El presidente se compromete a «detener y extirpar este cáncer»

El fotoperiodista James Foley, en una imagen del 2011 en Sirte (Libia). / AFP / ARIS MESSINIS

Tras centrarse casi exclusivamente desde hace más de dos años en conquistar territorio para hacer realidad un califato islámico a través de lo que un día fueron las fronteras entre Irak y Siria, los yihadistas sunís del Estado Islámico, el antiguo ISIL, lanzaron el martes el mayor desafío hasta la fecha a EEUU. Su brazo propagandístico colgó en las redes un vídeo con la decapitación del periodista norteamericano, James Foley, en el que se amenaza también con matar a un segundo reportero en función de las próximas decisiones que tome la Casa Blanca. El órdago está sobre la mesa y falta ver si es el inicio de una estrategia de confrontación directa con Washington en cualquier rincón del mundo.

Esta nueva crisis obligó a Barack Obama a interrumpir por cuarta vez sus vacaciones en Martha's Vineyard. El presidente de EEUU se mostro «horrorizado por el brutal asesinato» de Foley, un fotoperiodista

freelance de 40 años que fue capturado en Siria a finales del 2012 y que tenía una amplia experiencia en zonas de conflicto. El ISIL mantuvo secuestrado durante casi seis meses al corresponsal de EL PERIÓDICO, Marc Marginedas, y a sus colegas Javier Espinosa y Ricardo García Vilanova.

Ante la provocación yihadista, Obama no se dejó intimidar y se comprometió a hacer justicia y a continuar con los bombardeos que castigan sus  posiciones en el norte de Irak desde hace 12 días. «Estaremos vigilantes y seremos implacables», aseveró, antes de añadir que es necesario un esfuerzo coordinado en la región para «extirpar este cáncer y evitar que se extienda».

Además de Foley, en el vídeo aparece también el reportero Steven Sotloff, uno de los cinco profesionales estadounidenses que habían desaparecido en Siria desde que comenzó allí la guerra civil. «La vida de este ciudadano estadounidense, Obama, depende de tu próxima decisión», dice el verdugo de Foley después de que este explique antes de morir y siguiendo presumiblemente el guion de sus captores que fue la decisión de bombardear Irak la que decidió su trágico destino.

MÁS ASESORES / Si bien el mensaje se puede interpretar como un chantaje para que EEUU cese su campaña aérea, varios expertos en terrorismo sostienen que la pretensión es justo la contraria: incitar una mayor intervención de Occidente en Irak y Siria. «Esto les permitiría desarrollar una nuevo y poderoso argumento respecto a la opresión occidental de los musulmanes para ayudarles a atraer una nueva oleada de reclutas», comentaba ayer Clark Jones, un exfuncionario de seguridad nacional australiano. Esta tesis tiene mucho sentido a tenor de las declaraciones recientes de algunos mandos del ISIL desde Siria.

Por el momento, nada indica que EE UU vaya a pisar el freno. «La única cuestión es si hacemos más», decía ayer un fuente oficial a The Washington Post. De hecho, la Casa Blanca está estudiando la posibilidad de enviar otro paquete de asesores militares a Irak, una cifra que rondaría los 300. La percepción en Washington es que los 84 ataques aéreos lanzados desde el 8 de agosto están dando resultados. Entre otras cosas, han permitido a los peshmerga kurdos recuperar la presa hidroeléctrica de Mosul, una infraestructura vital.

Washington también ha logrado el nombramiento de un nuevo primer ministro en Bagdad, y sostiene que el Ejército iraquí y los militares kurdos están cooperando como nunca, varias de las condiciones que había expuesto para incrementar su participación en Irak. Paralelamente, en las cancillerías occidentales y árabes cada vez hay menos dudas de que conviene frenar cuanto antes a un grupo con ambiciones genocidas, dispuesto a limpiar de «apóstatas e infieles» sus territorios.

La otra pregunta que deja la escalofriante ejecución de Foley, el periodista número 66 que ha muerto cubriendo la tragedia siria, es si el Estado Islámico, envalentonado por sus éxitos, está dispuesto a librar una guerra terrorista contra EEUU fuera de las fronteras de Oriente Próximo. Hasta ahora se ha centrado en conquistar, saquear y administrar los territorios en su poder.