La misión de observadores de derechos humanos de la ONU cree que puede haber una nueva ola de desplazados de la península de Crimea -anexada por Rusia en marzo- en los próximos meses debido a las restricciones y acoso que sufren las minorías.
Así lo señala su último informe, divulgado en Ginebra, y que precisa que "las fuertes restricciones, el continúo acoso y la discriminación contra ucranianos, tártaros y de representantes de minorías en general" pueden dar paso a un nuevo éxodo.
Estos grupos tienen también limitados sus derechos de reunión, de asociación y de expresión, y la ONU estima que representan alrededor del 15 por ciento de los 100.000 desplazados internos en Ucrania a causa de la crisis en este país.