El Parlamento de Turquía aprobó en la noche del martes al miércoles una nueva ley que, según muchos, da una vuelta más de tuerca a la censura en internet. La nueva normativa permitirá a la Dirección de Telecomunicaciones (TIB), fuertemente controlada por el Gobierno del conservador Recep Tayyip Erdogan, bloquear páginas web sin necesidad de una orden judicial y obliga a los proveedores de internet a mantener un registro del historial de visitas de cada usuario durante dos años y a ponerlo a disposición de las autoridades si estas lo requieren.
El ministro de Comunicaciones, Lütfi Elvan, aseguró que el único objetivo de la ley es «proteger los derechos individuales y la privacidad» ya que ahora «los ciudadanos deben esperar dos días» a que un tribunal responda a su denuncia, mientras que con la nueva legislación la TIB podrá bloquear una web en cuatro horas.
Sin embargo, la ley llega después de las protestas del parque de Gezi -convocadas vía internet- y de que el pasado diciembre se hiciesen públicas en la red conversaciones que comprometían a miembros del Gobierno en casos de corrupción.
CRÍTICAS / La Comisión Europea ha hecho pública su «seria preocupación» por la nueva ley, mientras que la Asociación de Periodistas Turcos ha pedido al presidente Abdullah Gül que ejerza su derecho a veto contra una ley que «vulnera el derecho a la libertad de expresión y de prensa». Según el sitio Engelliweb.com, en Turquía hay 40.482 páginas de internet bloqueadas. Casi el 90%, por orden de la TIB. Además, cada año el número de webs censuradas va en aumento: solo en el 2013 se bloquearon más de 15.000.