Tensión en un país del este de Europa

Kiev da a los manifestantes proeuropeos un ultimátum de cinco días

Las autoridades ucranianas dieron ayer a los manifestantes proeuropeos un ultimátum de cinco días para que desalojen los edificios públicos que ocuparon en protesta por la negativa de Kiev a firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE) para privilegiar las relaciones con Rusia.

«Los manifestantes deben garantizar el funcionamiento de las instituciones estatales. Esperamos que los ciudadanos ucranianos respeten las leyes», aseguró Valeri Mazán, el nuevo jefe de la policía de Kiev.

Los manifestantes opositores siguen controlando el edificio del Ayuntamiento de Kiev y la Casa de los Sindicatos, al tiempo que bloquean parcialmente las sedes del Gobierno, de la Administración Presidencial y de la Rada Suprema (Parlamento).

El ultimátum se produjo mientras se celebraba en la capital ucraniana una conferencia ministerial de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa

(OSCE). Durante este encuentro, el primer ministro ucraniano, Nikolai Azarov, protagonizó un encontronazo con el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, quien había expresado una «gran preocupación» por «la violencia» de la policía contra «los manifestantes pacíficos», el pasado sábado.

«Los nazis, extremistas y criminales no pueden, de ninguna forma, ser nuestros socios en la eurointegración», replicó Azarov al jefe de la diplomacia alemana, refiriéndose a los manifestantes que ocupan los edificios públicos. Westerwelle, que también denunció «las amenazas y presiones económicas», en clara alusión a Rusia, había visitado el principal centro de las protestas en la plaza de la Independencia de Kiev.

APOYO DE WASHINGTON / EEUU también utilizó la conferencia de la OSCE para expresar su apoyo a la oposición proeuropea. «Estamos con el pueblo ucraniano, que ve su futuro en Europa», afirmó la secretaria de Estado adjunta para asuntos europeos y asiáticos, Victoria Nuland.

Mientras, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, denunció lo que calificó de «histeria» occidental en relación a Ucrania. «Esta situación está vinculada a la histeria de algunos europeos después de que Ucrania haya decidido no firmar [el Acuerdo de Asociación con la UE].