Al menos unas 150.000 personas se han manifestado en París contra el matrimonio gay. Esa es la cifra calculada por la policía. Los opositores a la ley de matrimonio homosexual en Francia han salido a la calle en el marco de un llamamiento rodeado de polémica y en medio de preocupación por la seguridad ciudadana.
Las fuerzas de seguridad están en alerta ante la posibilidad de que la manifestación, junto al río Sena, derive en enfrentamientos. Unos 4.500 policías han sido desplegado para evitar actos violentos.
La ley aprobada por el Gobierno de François Hollande hace ocho días ha encendido la mecha de la derecha francesa. El líder de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP, en la oposición), Jean-Marie Copé, lidera el movimiento antigay, aunque otros representantes del partido han mostrado sus reticencias a mostrarse en la calle en contra de una ley aprobada en el Parlamento.
Crispación
Desde el Gobierno, el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, ha acusado a la oposición de contribuir a la "crispación y a la radicalización" al prestar su apoyo a los manifestantes.
El primer matrimonio homosexual ya se celebró el pasado 22 de mayo en Cayeux-sur-Mer (norte), en forma de validación oficial del contraído previamente en Bélgica por dos hombres, aunque se espera para el próximo miércoles el anunciado como primera ceremonia oficial, prevista en Montpellier (sureste).
La protesta de este domingo se celebra además al día siguiente de la agresión con arma blanca a un militar, cuya vida no corre peligro, un suceso que investiga la sección antiterrorista del Tribunal de París.