Hollande defrauda en su lucha contra la austeridad

El presidente francés no logra liderar la alternativa a las políticas de Merkel

Hollande estrecha las manos del público en una visita a Avoudrey. / CHARLES PLATIAU (REUTERS)

No habrá fiesta de aniversario en elElíseo. Un año después de arrebatar lapresidencia francesa aNicolas Sarkozy, el 6 de mayo del 2012,François Hollande prefiere pasar de puntillas por esta fecha. Para el jefe del Estado que se erigió en la esperanza de laEuropa atenazada por la austeridad, plantando cara a la implacableAngela Merkel, los motivos de celebración brillan por su ausencia. Doce meses después, su apuesta por elcrecimiento sigue en el limbo. Y en casa, las cosas no le van mejor. Acosado por los estragos de la crisis, el hombre que conquistó las urnas proclamándose "enemigo de las finanzas", es ahora elpresidente másimpopularde la V República.

Eldiscurso electoral de Hollande, que ponía el acento en la necesidad de "no limitar la política económica al equilibrio presupuestario", sedujo a los países del sur más allá de la ideologíaliberal-conservadora de algunos de sus dirigentes, comoMariano Rajoyen España oMario Montien Italia. Después de una etapa marcada por el tándemMerkel-Sarkozy, más conocido por 'Merkozy', el directorio que acudía a las cumbres europeas con el guión escrito al margen de sus socios, el socialista francés rechazó el papel de comparsa de Berlín para abrir el diálogo a otros miembros de la UE.

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