DIFÍCIL TRANSICIÓN EN EL PAÍS DEL NILO

Desconcierto en Egipto

La Comisión Electoral retrasa 'sine die' el anuncio de los resultados oficiales de los comicios presidenciales

La salud de Mubarak y el rol de la Junta Militar tienen en vilo a la población

Expectación 8 Algunas mujeres aguardan ante el hospital militar al que fue transferido Mubarak. / AFP / MARWAN NAAMI

La Comisión Electoral egipcia decidió ayer retrasar el anuncio de los resultados de los comicios presidenciales -que estaba previsto hoy- al no haber concluido el estudio de los recursos presentados por los candidatos. Ante la incredulidad general, la comisión señaló en un comunicado que debe seguir examinando las impugnaciones, lo que requiere«más tiempo»,sin determinar cuándo se harán públicos los resultados oficiales.

«La única noticia confirmada en Egipto es que la gente está terriblemente desesperada, cansada y necesita descansar de este circo».La bloguera Dalia Ezzat resumía así en Twitter el sentir de todo un país. La supuesta muerte de Mubarak había sido el penúltimo de una serie de anuncios que han minado la moral de un pueblo que vive con asombro y aprensión una transición sin guía ni hoja de ruta.

El martes por la noche, un comunicado de la agencia Mena aseguraba que Mubarak estaba«clínicamente muerto».Horas después, su estado había mejorado y fuentes médicas revelaban al diarioAl Ahramque podría llegar a recuperarse.

Hoy, los egipcios no saben si Mubarak está vivo o muerto. Pero ni en las calles ni en los medios de comunicación es esta la incertidumbre más importante. Por ahora, nadie está seguro de si el país se halla inmerso en una transición hacia la democracia, una transición hacia un régimen militar dictatorial o solo está estancado.

Tampoco está claro si la disolución del Parlamento por el Tribunal Constitucional y la toma del poder legislativo por parte de la Junta Militar fue un golpe de Estado del Ejército, un golpe de Estado judicial u otro paso en la alocada carrera de Egipto.

Las elecciones presidenciales del fin de semana parecían la oportunidad ideal para que Egipto pudiera conocer al menos el nombre del futuro presidente. Pero, tras los comicios, tanto el islamista Mohamed Mursi como el general retirado Ahmed Shafiq se atribuyen la victoria. En las calles, los egipcios bromean: Egipto tiene dos presidentes, uno y ninguno a la vez.

La intervención de la Junta Militar no ha ayudado a clarificar la situación. El pasado lunes, los militares hicieron pública una declaración constitucional unilateral que define las prerrogativas del futuro presidente y se otorgan un rol intocable en el futuro Egipto.

El joven periodista Wael Yussef aseguró estar«decepcionado»por los movimientos de la Junta Militar, ya que«este giro no es bueno para la democracia». «Estamos caminando hacia la democracia, pero lentamente. Un paso adelante y tres hacia atrás», dijo con sorna.