Un tercio de Estados Unidos, desde Nuevo México hasta Maine, se encuentra bajo alerta por una intensa tormenta de nieve y hielo que ya ha provocado la cancelación de más de 10.000 vuelos y se dirige hacia el medio oeste, donde Chicago será una de las principales ciudades afectadas. El Servicio Nacional de Meteorología ha descrito la tormenta, que se mueve entre la frontera de EEUU y Canadá, como con "potenciales riesgos para la vida" para aquellas personas que no se encuentren a resguardo cuando se produzca el anunciado descenso de las temperaturas.
Chicago, tradicionalmente una de las ciudades más castigadas en el invierno por los fuertes vientos, se prepara para la mayor tormenta desde 1999, con vientos polares de casi 100 kilómetros por hora, nevadas de 60 centímetros y capas de hielo de 3 centímetros de grosor. El aeropuerto O'Hare de Chicago ha cancelado para este miércoles más de 4.400 vuelos, en previsión de la "tormenta monstruosa", como ya la han bautizado los medios de comunicación de Estados Unidos.
Las autoridades han alertado de que en los estados de Minesota, Wisconsin, Michigan, Illinois, Indiana, Ohio, Pensilvania y Nueva York "las nevadas serán tan intensas que los servicios de emergencia no podrán mantener despejadas ni siquiera las carreteras principales y las autopistas". "No viajen. Permanezcan dentro de sus casas. Los fuertes vientos y la ventisca de nieve convertirán el viaje en algo casi imposible. Esta es una tormenta muy peligrosa", ha insistido el Servicio Nacional de Meteorología.