Salvamento épico

Como una estrella de rock

«Serás más grande que Elvis».La frase, de grandes trazos, tenía algo de epitafio. La habían escrito sobre una lámina pegada a la roca los familiares y amigos de Edison Peña, pocos días después del derrumbe. Eran horas en las que se temía lo peor y el paisaje lunar de lo que luego se conocería como campamento La Esperanza cobraba aspectos de un memorial en homenaje a los trabajadores atrapados y sin salida.

Pero la historia dio un giro de 180 grados, cuyo final feliz ya se conoce en todo el planeta. Edison vivió para contarlo:«Ojalá nunca vuelva a suceder. Lo pasamos bien mal»,dijo al dejar el hospital de Copiapó.«Creía que no iba a volver»,reconoció.

Es lo que también dedujeron al principio los familiares y amigos, esos que, para evocarlo, lo representaron sobre la roca como un hombre pleno, subido a una motocicleta, observando desafiante la cámara que retrató ese instante. Sin embargo, los hombres y mujeres de la superficie nunca se resignaron por completo a escuchar la noticia aciaga.

Invitación a Graceland

El Pelao, como llaman a Peña, es técnico electromecánico. Y si entró a la mina San José fue porque estaba en el paro. Estaba desesperado. Los 70 días bajo tierra lo han transfigurado. Pero hay cosas que no cambian: el amor a la familia, a los amigos y a Elvis Presley.

El exminero acaba de ser invitado a visitar otro santuario: Graceland, la mansión de Elvis. Con pasaje aéreo y alojamiento de lujo.«Vamos a hacerlo sentir como una estrella de rock»,auguró Kevin Kerin, director de relaciones públicas de Elvis Presley Enterprises.