La Administración haitiana sufrió un golpe de gran envergadura. Once de los trece edificios ministeriales quedaron destruidos o seriamente dañados y los funcionarios fallecidos se contaron por decenas. La médula espinal del Estado está maltrecha. Muchos ministerios son ahora meras tiendas de campaña donde las computadoras o no funcionan o lo hacen a merced de la inestabilidad eléctrica. Además, muchos funcionarios –entre ellos médicos, enfermeras y profesores– no han cobrado desde el terremoto, con el consiguiente riesgo de que abandonen sus puestos en la Administración pública para buscar métodos alternativos de ganarse la vida.
ESTRUCTURA ESTATAL
Un Estado maltrecho y mermado
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