Nacido en Iyubu (Bata) hace 52 años, este ingeniero es desde el 2007 el secretario general de la Acción Popular de Guinea Ecuatorial (APGE), el centroderecha guineano.
--¿Estas elecciones serán más limpias?
--No lo sé. Por primera vez, nuestra campaña ha transcurrido con normalidad, sin las amenazas e intimidaciones del 2004, por ejemplo, cuando incluso nos prohibieron los últimos mítines. Pero nuestra gran preocupación es si el voto será secreto o si, como en otras ocasiones, los militantes del PDGE el partido del presidente Obiang obligarán a los votantes a mostrar su papeleta en la mesa. Hay presiones, por ejemplo, a los estudiantes --"quien no vote al PDGE, igual pierde el curso", les dicen-- y a los funcionarios, a los que recuerdan que lo son gracias al PDGE, y que pueden dejar de serlo.
--¿Qué expectativas tiene su partido?
--Si el voto es secreto y libre, los guineanos van a castigar al Gobierno. El pueblo puede darle al PDGE una sorpresa muy grande. Constatamos el enfado de la población, y creemos que podemos ganar. Aunque el Gobierno no aceptaría la derrota.
--¿Cuáles son los motivos de este enfado de la población?
--Son múltiples. La falta de empleo y los bajos salarios, con los que no se puede vivir ni una semana; el caos de la educación, el encarecimiento de los alimentos y del transporte, la arbitrariedad de los impuestos al comercio, la falta de viviendas y de agua potable. La corrupción, que va desde la compraventa de becas y empleos hasta el más alto nivel. El desastre de la salud pública: en los hospitales tienes que traerte la sábana y la almohada, y no hay medicinas, sino que tienes que comprarlas en las carísimas farmacias privadas. En resumen, la falta de respeto y la negación de la dignidad a los guineanos.
--¿Cree posible una apertura del régimen?
--En estas elecciones el Gobierno dará la medida de sus intenciones.
--¿El petróleo provoca una menor exigencia internacional con el Gobierno?
-- Sí, está claro que el mundo ha bajado la guardia y que es mucho más flexible con las violaciones de los derechos humanos cuando hay intereses comerciales.
--¿Qué espera de España?
--Que haga algo por este país, que sus contactos con el régimen contribuyan a la democratización y a la limpieza electoral. Debe ejercer un papel muy importante en este momento. Es una nueva oportunidad para que nos ayude a lograr una democracia real y el respeto de los derechos humanos.
--En su visita a España a finales del 2006, Obiang prometió la liberación de los presos políticos. ¿Cumplió?
--Solo en parte.
--¿Qué impide la unidad de la oposición guineana?
--La convocatoria electoral ha sido muy precipitada, y nos faltó tiempo. Pero en el futuro habrá unidad de acción.
--¿Y con el exilio?
--No tenemos relación con estos señores, no sabemos quiénes son.
--¿Qué opina del caso de Severo Moto?
--No quiero hablar de él, no me interesa.