El presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, cedió ayer a las demandas de la oposición prorrusa de esta antigua república soviética y adelantó las elecciones presidenciales al 5 de enero del 2008, al menos nueve meses antes de la fecha prevista. El líder georgiano también se comprometió a levantar el estado de excepción, que empezó el miércoles por un periodo de 15 días para controlar las protestas masivas de sus adversarios políticos.
"Acorto mi mandato presidencial voluntariamente porque considero que Georgia es un país democrático", dijo el presidente en un discurso a la nación para añadir: "El próximo 5 de enero el pueblo mostrará su voluntad".
Coincidiendo con las presidenciales, se celebrará un referendo para fijar los próximos comicios parlamentarios, que también estaban previstos para el próximo otoño.
DESALOJO RECIENTE
Las declaraciones de Saakashvili llegaron por sorpresa después de la gran operación policial que el miércoles desalojó a miles de partidarios de la oposición de la plaza ubicada frente a la sede del Parlamento utilizando gas lacrimógeno y balas de goma.
Más de 500 personas resultaron heridas a causa de la intervención policial. Durante cinco días, varias fuerzas opositoras exigieron la dimisión de Saakashvili, la celebración de elecciones parlamentarias en la próxima primavera, una reforma electoral y la liberación de prisioneros políticos.
La decisión de Saakashvili de adelantar las presidenciales necesita una aprobación del Parlamento que se presenta garantizada dado que las fuerzas propresidencialistas controlan la mayoría de los escaños. Como otro gesto de reconciliación, el presidente georgiano anunció que el estado de excepción será levantado "en cuestión de días". Saakashvili explicó que su introducción fue "una respuesta forzosa, pero la única adecuada a los intentos de destruir el orden constitucional". "Hay documentos que confirman la implicación de fuerzas foráneas en estos acontecimientos", indicó.
Las autoridades georgianas han declarado reiteradamente que detrás de las protestas de la oposición estuvieron los servicios secretos rusos. Saakashvili anunció el miércoles la expulsión de tres diplomáticos rusos por sus presuntos contactos con la oposición georgiana y llamó a consultas a su embajador en Rusia. El Kremlin respondió ayer con la expulsión de tres diplomáticos georgianos en Moscú, que que pronto abandonarán territorio ruso.