Bush anuncia sanciones contra Sudán por Darfur

"Mi Administración ha calificado lo que ocurre en Darfur por su nombre correcto: genocidio. El mundo tiene la responsabilidad de ponerle fin". Con estas palabras, el presidente de EEUU, George Bush, anunció ayer la imposición de sanciones económicas a Sudán con el objetivo de presionar a Jartum para que colabore a poner fin a la tragedia que se vive en Darfur.

La intención de la Casa Blanca es que la Unión Europea se una a estas sanciones --Javier Solana se mostró ayer abierto a ello-- y elevarlas al Consejo de Seguridad de la ONU, donde presumiblemente topará con la oposición china.

Las sanciones congelan los bienes de tres sudaneses en el país --incluidos dos miembros del Gobierno-- y prohíbe a 31 empresas propiedad del régimen de Jartum o controladas por él entrar en el sistema financiero estadounidense. También prohíbe a empresas y ciudadanos estadounidenses trabajar con esas compañías. Entre las firmas vetadas se encuentran algunas empresas relacionadas con el sector petrolero.

Como era previsible, China --que tiene fuertes inversiones en Sudán, sobre todo en el sector de la energía-- ha anunciado su oposición a las sanciones, por considerar que "complicarán" el problema. Junto a Pekín se alineó el Gobierno de Jartum, que calificó la medida de "injusta e inoportuna", y la Liga Árabe, que argumentó que "causar hambruna a los pueblos" no es la forma de arreglar los conflictos. Milicias árabes, con el apoyo del Gobierno de Sudán, son las responsables del drama de Darfur.

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