El quijotesco castillo ‘medieval’ que se erige junto a los rascacielos de L’Hospitalet

A escasos metros de los rascacielos que imperan en la plaza Europa de L’Hospitalet de Llobregat, el núcleo del distrito económico de la segunda ciudad más poblada de Catalunya, se esconde un castillo ‘medieval’ con el que los personajes interpretados por Robin Williams y Jeff Bridges en la película ‘El rey pescador’ se lamerían los labios en busca del Santo Grial y de todo tipo de aventuras caballerescas. Sin embargo, las apariencias engañan, y es que el supuesto castillo medieval tiene en realidad menos de cien años de historia y su existencia se debe a la quijotesca imaginación de Blas Fernández de Lirola, un librero de la calle Aribau de Barcelona con devoción por el mundo medieval. Pese a que el Castell de la Pepa o de Santa Eulàlia, como se le conoce, no pertenece al medievo -a diferencia del Castell de Bellvís, también ubicado en L’Hospitalet, que sí que data del siglo XII-, esta edificación se ha convertido en uno de los iconos del barrio de Santa Eulàlia y, de hecho, su creador ha dado nombre a la calle en la que actualmente se ubica. Así, la Associació de Veïns i Veïnes Som Santa Eulàlia pide al Ayuntamiento -titular del edificio- que lo mantenga, lo incluya en el Plan Especial de Patrimonio Arquitectónico (PEPA) y destine a entidades de la ciudad. “Queremos poner en valor el patrimonio del barrio y reivindicar que se ponga al servicio de los vecinos”, explica Cristóbal Jaume Ortega, de la Vocalía de Patrimonio de la agrupación vecinal Som Santa Eulàlia. “Tal vez, el Castell de la Pepa se podría destinar a que fuera la sede de una entidad”, comenta Ortega. Desde el consistorio de L’Hospitalet, consultado por estas demandas, señalan que, “en estos momentos, se está trabajando una propuesta de renovación del Plan Especial de Patrimonio en la Comisión de Patrimonio” y que “aparecen un gran número de elementos que pueden incluirse en la revisión”. “Este edificio [el castillo] es uno de los que se han propuesto, pero su inclusión o no será necesario hacerla en este marco más general”, apuntan desde el consistorio. Sin embargo, por lo que se refiere a una posible cesión, inciden en que “el edificio no tiene ningún tipo de accesibilidad, lo que dificulta, desde un punto de vista técnico su cesión”. El Castell de la Pepa Al no tratarse de un elemento protegido, la información respecto al origen del castillo es más bien difusa. Uno de los pocos escritos sobre el inmueble lo firmó el historiador local Ramon Breu en un artículo de 1988 que recoge el Centre d’Estudis de L’Hospitalet (CELH) titulado ‘El Barri de Santa Eulàlia de Provençana: Elements per a una crònica’. En él, Breu define a Blas Fernández de Lirola como un “personaje curioso”. “Era un librero de la calle Aribau de Barcelona y poseía algunos terrenos en Santa Eulàlia, en la prolongación de la antigua calle de la Agricultura, cerca de la Granvia, donde se hizo construir, por sorpresa general, un castillo estrafalario, con almenas y todo”, añade el historiador hospitalense. El escritor e historiador vocacional Ireneu Castillo, que ya recogió la historia del inmueble en su blog, explica a este diario que, en realidad, se trata de un “edificio de viviendas como cualquier otro” que Fernández de Lirola encargó construir entre 1935 y 1945 y cómo la memoria popular cuenta que lo llevó a cabo porque “estaba muy enamorado de una chica -la tal Pepa- y le hizo un castillo”. Según señala Castillo, para la edificación de aspecto medieval, el librero usó “materiales de construcción provenientes de antiguos edificios derruidos del Eixample barcelonés” y dice que Fernández de Lirola no se limitó a la fachada, sino que elementos como los arcos ojivales y escudos que decoran la fachada se reproducen también en las distintas estancias que componen el castillo. Las polémicas tras su cesión Además del de Ramon Breu, otra de las pocas fuentes bibliográficas sobre el Castell de la Pepa y su creador se encuentra en el libro ‘Victoriosos i derrotats. El franquisme a L’Hospitalet (1939-1951)’, escrito por el Doctor en Historia Contemporánea de la Universitat de Barcelona, Carles Santacana, y en el que relata las tensiones políticas que levantó la cesión del inmueble al consistorio en 1952. Santacana explica como el entonces alcalde de L'Hospitalet Enric Jonama tuvo que vérselas con una dura oposición inusual en pleno franquismo y en una ciudad grande como L’Hospitalet de Llobregat. Así, el exalcalde Tomás Giménez, que encabezaba al grupo de concejales más críticos, censuró a Jonama que hubiera aceptado “la donación de el ‘castillo’ de Blas Fernández de Lirola” y que había dispuesto que se destinase a una escuela de Bellas Artes “sin que nadie en el Ayuntamiento se enterase”. En el mismo libro, el poeta e historiador de L’Hospitalet Francesc Marcé, ya fallecido, explica a Santacana que fue una donación “bien curiosa” y con “varias contrapartidas para su propietario, con un incierto juego de pretendidas influencias políticas más cerca de la fantasía que de la realidad”, pero, seguía Marcé, que en aquel mundo “oscuro” podían funcionar. Finalmente, el Castell de la Pepa no llegó a albergar una escuela de Bellas Artes, si no que, como explica Ireneu Castillo, entre los años sesenta y setenta lo ocupó la Obra Social y Cultural Sopeña (OSCUS), “una ONG de raíz cristiana dedicada a la cooperación y voluntariado”, cuyas siglas todavía perduran en la entrada del castillo, el cual, tras servir como almacén para el Museu de L’Hospitalet, ha sido asaltado y tomado por las palomas. Paseo por el patrimonio local Este sábado 28 de enero, la AVV Som Santa Eulàlia ha organizado un paseo “divulgativo y reivindicativo” para, más allá del Castell de la Pepa, dar a conocer los elementos patrimoniales más representativos de la zona y “ponerlos en valor”. Así, la marcha arrancará junto al parque de la Alhambra, donde, explica Cristóbal Jaume Ortega, el Ayuntamiento de L’Hospitalet tiene prevista “una reforma integral desde hace años y que no se ha llevado a cabo”. Por su parte, desde el consistorio defienden que el parque es “un elemento referente de la Ciudad y debido a la pandemia no hemos podido sacar adelante la reforma del mismo”. “Es voluntad del gobierno poder reanudar este proyecto lo antes posible”, añaden. Ortega insiste en señalar que esperan que este “pulmón verde del barrio” perdure como un “espacio libre de edificaciones”. Así, el paseo acabará en antigua fábrica textil Godó i Trias, donde los promotores del Hermitage negocian la cesión por 50 años de la ocupación del espacio, también de titularidad municipal y con protección patrimonial, para desarrollar The Factory Museum. "Aquí no aterriza el Hermitage, como mucho un fondo de inversión que obtiene beneficios de una serie de creaciones audiovisuales", remarca Ortega, quien insiste en que "faltan espacios en la ciudad y el barrio como para ir cediendo espacios a terceros". "No estamos en contra de la llegada de la entidad, pero que alquilen a un privado", defiende. En este caso, desde el Ayuntamiento de L'Hospitalet comentan que, de momento, no se plantean ningún otro uso para el espacio y que, respecto al proyecto The Factory museum, la previsión es, una vez finalizado período de alegaciones, que "en la Junta de Gobierno de la próxima semana se aprueben las bases y la licitación en base al proyecto que se presentó". 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