En apenas 24 horas, las dos mayores ciudades catalanas han marcado un ultimátum a las entidades financieras que mantienen inmuebles vacíos. Si ayer fue Barcelona, este miércoles ha sido L’Hospitalet la que ha dado un paso al frente en la estrategia contra los desahucios y la exclusión residencial. Lo ha anunciado su alcaldesa, Núria Marín, en el marco de la conferencia anual ‘#LHSuma 12’, en la que ha abordado las principales líneas estratégicas del mandato, en las que las situaciones de riesgo de exclusión social son “una de las grandes prioridades”.

Ante unas 300 personas que ocupaban el vestíbulo de la futura estación Fira de la L-9 del metroL-9 del metro –que se inaugurará a mediados de febrero–, Marín ha reivindicado que el proceso negociador que hasta ahora han mantenido con bancos y cajas para que se desprendan de pisos sin ocupar tiene fecha de caducidad: el 31 de enero. A partir de entonces, el consistorio aplicará "con contundencia" la cesión forzosa y por tres años de los inmuebles vacíos de las entidades que se cierren en banda a entregarlas, como prevé  la ley de emergencia habitacional,ley de emergencia habitacional aprobada el año pasado.

“Vamos a seguir luchando contra la especulación inmobiliaria y la exclusión residencial sancionando a las entidades que pretendan mantener el millar de viviendas vacías que hay en la ciudad y que queremos destinar al alquiler social”, ha dicho la alcaldesa. Fruto de las negociaciones con los bancos, el año pasado se logró la cesión de un centenar de pisos, “pero aún es insuficiente para dar cobertura a las más de 150 familias en riesgo de exclusión residencial”, ha destacado la dirigente.  

EJES ECONÓMICOS

Siguiendo con la voluntad de mejorar las expectativas de los grupos más castigados por la crisis, Marín ha insistido en la necesidad de generar empleo “en condiciones dignas”, especialmente para jóvenes y mayores de 45 años. Para tal fin, ha destacado la apuesta de L’Hospitalet para avanzar en un plan de desarrollo del Distrito Cultural, que ha tasado en 30 millones de euros a invertir los próximos 8 años.

Para mejorar las infraestructuras de la zona y dar un impulso definitivo al proyecto cultural, espera poder contar con el apoyo “al 50%” de la UE, pero ha dicho estar dispuesta a asumir el total del gasto si Bruselas no brinda su apoyo. “El proyecto se hará, con Europa o sin ella”, ha zanjado. Tanto esta iniciativa como la del Clúster Biomédico representan los grandes ejes de desarrollo urbano y económico de la ciudad, ha subrayado, al tiempo que ha revelado que ya disponen de “negociaciones avanzadas” para que empresas culturales y audiovisuales se instalen en la zona.

Marín también ha apelado a la necesidad de reforzar el sistema educativo local mejorando las aptitudes en el idioma inglés de una ciudad cada vez más abierta al turismo deportivo y de congresos y con un incremento notable de las plazas hoteleras. Por eso, el ayuntamiento destinará los recursos necesarios para reforzar la conversación en esta lengua de los alumnos de 4º de ESO de aquellos centros que lo soliciten, con el objetivo de hacer de L’Hospitalet “una ciudad trilingüe”.