Guerra en Ucrania

¿Por qué han fracasado las sanciones a Rusia? La economía de guerra de Putin doblega la presión de Occidente

La sede del Banco Central de Rusia en Moscú. / MAXIM SHEMETOV / REUTERS

En los casi dos años transcurridos desde que Vladímir Putin ordenara la invasión de Ucrania, Rusia se ha convertido en el país más sancionado del mundo. Los países occidentales han impuesto cerca de 16.500 restricciones y medidas punitivas contra ciudadanos, instituciones y sectores de la economía rusa, según el recuento de la consultora Castellum.AI. Esas sanciones, que tantos costes y trastornos han provocado en Occidente, aspiraban a diezmar la capacidad del Kremlin para financiar su guerra y, por el camino, alienar a las élites rusas que apoyan al régimen con la esperanza de precipitar su caída. Pero nada de eso ha sucedido. Con la colaboración de un puñado de potencias del Sur Global y una economía de guerra dopada a base de estímulos, Moscú está capeando las sanciones con insospechada eficacia. Su economía creció el año pasado un 3%, más que las de EEUU, Alemania, Reino Unido o la propia Unión Europea.