Este martes ha dado comienzo el juicio de Daniel Sancho, acusado de asesinar y descuartizar al cirujano de origen colombiano Edwin Arrieta el verano pasado en Tailandia. Entre los 55 testigos que prestarán declaración hasta el próximo 3 de mayo, día en que se dará por concluido el proceso judicial contra el hijo del actor Rodolfo Sancho, se encuentra la expareja de la víctima.

Antes, este testigo protegido ha intervenido en el programa 'Y ahora Sonsoles' de Antena 3 para sacar a la luz su traumática experiencia con Arrieta, a quien acusa de haberle amenazado de muerte en reiteradas ocasiones: "Me iba a mandar a matar. En un día llegué a tener 200 llamadas", ha desvelado.

"Las cenizas se las iba a enviar a mis familiares"

La expareja de Arrieta ha proseguido explicando que el motivo de estas continuas intimidaciones se hallaba en la decisión que había tomado de regresar a su país de origen. "Me dijo que, si yo regresaba para acá para Venezuela, él tenía la dirección de mis familiares y me iba a mandar a matar y las cenizas se las iba a enviar a mis familiares", ha agregado.

Ante la insistencia y el acoso del cirujano, finalmente el testigo se vio obligado a cambiar de teléfono móvil. De hecho, el joven ha reconocido que tras el acoso sistemático sufrido se sentía "con miedo y al límite", incluso después de separarse a más de 800 kilómetros de distancia.

Contactos "poderosos"

Y no solo eso. En el espacio televisivo de Atresmedia, también ha asegurado que el cirujano presuntamente asesinado por Sancho tenía contactos "poderosos", tal como comprobó con la detención por parte de la policía colombiana, que le impedía abandonar el país. "Todo lo quería manipular por medio de la policía", ha dicho sobre el cuerpo de seguridad y, supuestamente, los agentes amigos de Arrieta. "Llegaban a amedrentarme por lo que yo decidiera y que él no estuviera de acuerdo. Me envió un grupo policial y fui detenido", ha confesado.