Relato conmovedor

Raquel del Rosario salva a su hijo del ataque de un puma: "Unos milímetros más y no lo hubiese logrado"

La cantante golpeó con sus manos al felino, que se coló en su jardín y fue a por el pequeño Mael, de 5 años

Raquel del Rosario. / INSTAGRAM

La cantante canaria Raquel del Rosario ha dejado al mundo conmocionado al relatar, a través de su perfil de Instagram, el suceso ocurrido en las proximidades de su casa hace tan solo unas semanas, y que por poco le cuesta la vida a su hijo Mael, de tan solo 5 años. Un felino se acercó a su jardín, donde el niño estaba cogiendo fruta de un árbol. "Siempre he dicho en tono de broma que algún día, los ángeles de la guarda de mis hijos dimitirían por estrés", comienza el escrito de la cantante de El sueño de Morfeo.

Los hechos tuvieron lugar el 26 de agosto, cuando el pequeño avisó a su madre de que se iba a coger la fruta de un árbol cercano a su casa. Al poco, Raquel oyó un grito y al darse la vuelta vi a un puma sobre su hijo hiriéndole con sus zarpas (el grito de su hijo aún resuena en su cabeza, como ella misma explica).

Rápida respuesta

El mundo se paró para la cantante, no veía nada más que a su hijo bajo el animal. A la velocidad del rayo atravesó el jardín y comenzó a darle puñetazos al animal hasta que este soltó al pequeño y se fue.

Su marido y padre de sus dos hijos, el fotógrafo Pedro Castro, llegó después, y les ayudó a volver a casa. Y rápido, porque un segundo puma venía a por ellos. "Logramos entrar en casa sin más incidentes, alertamos a los vecinos y salimos al hospital". Después de varias horas en el hospital, fue cuando Raquel se derrumbó: "Toda la fuerza que aquella mañana me había invadido se esfumó dejándome completamente indefensa ante un dolor que desconocía por completo. Me invadió el miedo".

Por unos milímitros

"Unos milímetros más y no lo hubiese logrado", fueron las palabras del doctor, recuerda la cantante, que da las gracias a su ángel de la guardia, porque "no se había ido, estuvo ahí, sosteniendo esos milímetros que separaban la vida de la muerte".

"Si alguien me hubiese dicho en ese momento viendo su estado, que tres días después saldría corriendo del hospital jamás lo hubiese creído". Tras su enfrentamiento con el puma, el pequeño le ha asegurado a su madre que no va a volver a por la fruta para que no se enfade el animal.

"Estas semanas hemos ido transitando ese dolor, sintiéndolo y aceptándolo, sin huir de él. Refugiándonos una vez más en la naturaleza, impredecible como un animal salvaje o la erupción de un volcán, pero sanadora y mágica a la vez. La vida nos habla a través de acontecimientos que muchas veces escapan a nuestra comprensión, que nos invitan a soltar el control, nos sitúan en el ahora y nos recuerdan que nuestros hijos son un precioso préstamo de la vida, que su alma tiene su propio plan ante el que solo podemos otorgar amor y dedicación", escribe.

En una publicación posterior, la cantante canaria explica cómo la familia vivió el regreso a casa tras el hospital: "Cuando regresamos a casa del hospital, el vecindario estaba lleno de camiones de prensa que cubrían la noticia. Me acurruqué en el asiento del coche mientras contemplaba la escena por la ventanilla y sentí estar viviendo una auténtica película. Los vecinos nos habían hecho llegar cartas, regalos, comida y demás detalles a casa. Las autoridades encargadas de controlar y proteger la vida salvaje estuvieron pendientes de nosotros en todo momentos y días más tarde vinieron a visitarnos a casa. Mael estaba fascinado y no paraba de contar y escenificar como había ocurrido todo. Es admirable como lo ha llevado y lo rápido que han ido sanando sus heridas".