Tras confesar que su hermano Guillermo y él “habían emprendido caminos separados”, nadie pensó que esta decisión del príncipe Enrique fuera alejarle de Sandringham, la residencia en la que todos los años la familia real británica se reúne por Navidad.

A pesar de que la semana próxima, los duques de Sussex tienen previsto viajar a Los Ángeles para tomarse un descanso de seis semanas y celebrar Acción de Gracias junto a Doria Ragland, la madre de Meghan Markle, se daba por hecho que regresarían a tiempo para pasar el día de Navidad con la familia real. Sin embargo, según 'Daily Mail', el matrimonio ha decidido que tampoco pasará la Navidad en familia. 

Según fuentes de palacio, los duques ya han comunicado a Isabel II que este año no pasarán las fiestas navideñas en Sandringham. En su lugar, podrían celebrarlas con la suegra de Enrique en Los Ángeles o en la intimidad de su casa de Windsor junto a su hijo Archie. De este modo se ahorrarán el posado tradicional familiar ante los medios de comunicación.

El citado diario señala que para la Reina son muy importantes estas fechas para reunirse con toda la familia. Además, este año se trata de las primeras Navidades de Archie, su nuevo bisnieto. La última vez que el príncipe Enrique se ausentó por Navidad fue en el 2012, cuando estaba destinado en Afganistán.