Tras tres años de silencio, Manuel Carrasco, publicó el pasado 7 de diciembre, La Cruz del Mapa, su  octavo álbum de estudio. El cantante onubense ha trabajado durante todo un año en la composición de este disco, producido por Pablo Cebrián y grabado el pasado verano en el mítico Abbey Road, el estudio londinense donde grabaron The Beatles.

-¿En La cruz del map

- Sí, viene a ser una metáfora en la que el mapa sería la vida, y la cruz, las diferentes marcas que vamos teniendo a lo largo de los años. Las buenas y las malas, que reflejan los momentos, las personas, las fechas, los lugares…Todo esto está en las canciones.

-14 historias con sentimientos y poesía.

-Sí, son canciones con un mensaje claro, muy currado. Estéticamente intento que tengan una belleza especial, pero, sobre todo, que el contenido sea importante. Y bueno, hay muchos capítulos en esta cruz del mapa, diferentes historias donde cuento muchas cosas.

-Amor, amistad, fuerza, optimismo, recuerdos… ¿Son el hilo conductor del disco?

-Sí, hablo de mi infancia, de la pérdida, del amor en sus diferentes fases, de la amistad, de la locura, la pasión, la liberación, el respeto… Hablo de muchas cosas, del sentimiento de superación que existe para conseguir lo que necesitas y lo que quieres en la vida. Hablo también del dolor, de la alegría…

-¿Es una retrospectiva de sus 37 años? 

 -No lo he hecho de una manera consciente, pero sí, de alguna manera viene a ser un reflejo de mis vivencias y del estado de ánimo que uno tiene en estos últimos tiempos.

-¿Cómo recuerda la experiencia de grabar el verano pasado en los míticos estudios de Abbey Road?

Fue una maravilla. Primero, por los estudios en sí, el lado romántico que tienen y, aparte, el lado técnico, porque es una sala increíble con un valioso material totalmente flipante: la microfonía, los pianos, los pasillos y las paredes con más de 150 años. Hasta la señora que está en el comedor es la misma que servía a Paul MCcarney y a John Lennon, pero 50 años después. Y luego, el ambiente que se vive allí. Para todos los músicos que van allí, es como un regalo estar en el estudio 2, donde grababan los Beatles, incluso para la gente de allí.

-¿En las canciones Me dijeron de pequeño y Me dijeron de pequeño Déjame

Empiezo con la infancia y acabo en estos últimos días. Cuento parte de mi historia en cinco minutos y algo. Tiene que ver un poco con lo que decía antes, que finalmente creo que he conseguido las cosas pero con mucho trabajo, porque llegar hasta aquí, cantar en estadios y publicar discos no ha sido nada fácil. Como que sentía que tenía que contar esta historia, lo difícil que es conseguir los sueños. De alguna manera, la gente se siente muy identificada porque todos hemos sido niños y todos tenemos una historia parecida en muchos aspectos. Algunos han podido conseguir todo lo que se planteaban y otros no, pero creo que siempre hay tiempo para ello y esta canción me ha servido para explicarlo.

-¿Se siente afortunado? 

Mucho, mucho… Me siento un privilegiado porque todo lo que he hecho me parece tan, tan mágico. Pero esto lo sabe solo el que está en mi situación, porque es una profesión tan bonita y a la vez que muy dura. Lo que te viene de vuelta es increíble, lo que significan las canciones para la gente, lo que les provocan, lo que cambian su vida... Eso no dejará nunca de sorprenderme. Es verdad que la música cura y a las pruebas me remito.

-Como dice la canción, está cansado de "la gente de mentira".

-Por momentos, sí. Veo los dos mundos: el terrenal y el otro… Y lo valoro, aprendo muchísimo.

-¿Cómo califica el "otro mundo" ?

-Es un mundo más flaseado, de ficción... Es una posición donde te regalan mucho los oídos. A veces es muy bonito y es de corazón, pero uno con los años se va dando cuenta y no es tan grato. Pero aún así se aprende muchísimo. Viene a ser un reflejo de la vida, y es que, en el día a día, pasa con la gente. 

-En este caso entra en juego el equilibrio.

-El equilibrio, la actitud son palabras que me gustan. El equilibrio es difícil pero a la vez tan importante. Intentó mantenerlo, aunque a veces me caigo. Ese equilibrio me gusta, es importante para que las cosas fluyan bien.

-Vete es la canción más reivindicativa, contra las injusticias y la violencia sexista.-Vete 

-Sí, y también la falta de respeto. Por desgracia, estas canciones son necesarias y tienen que escucharse todavía. Y como son necesarias hay que contarlas, hay que cantarlas, hay que gritarlas. La canción es como un grito y la parte central es como un ánima en los conciertos donde todos vamos a poder desahogarnos. 

-El mundo de los refugiados e inmigrantes queda reflejado en Si estás aquí.

-Hay muchas cosas que pasan alrededor nuestro que se reflejan en esta composición. Es es una canción en la que estoy muy sensible y creo que deberíamos de estarlo todos.

-La canción Mi única bandera 

-Con todo lo que está ocurriendo actualmente, quizá he querido dar importancia a lo que verdaderamente la tiene, que son las cosas que tenemos cerca, las personas que queremos...

-¿La estabilidad familiar ha cambiado su forma de componer?

-Me viene bien la tranquilidad para escribir y si es una época menos convulsa. Estoy mucho mejor. Creo que veo las cosas mucho más claras y eso me hace ordenar mejor las ideas.

-Han pasado más de 16 años desde su paso por Operación Triunfo. 

-Todo el bagaje que he tenido durante estos años ha sido importante y necesario para conseguir lo que tengo ahora.

-¿Cómo ha evolucionado musicalmente? 

-El lenguaje de la música tiene que ser el del corazón y esa esencia sigue ahí. Uno, cuando tiene 20 años, escribe canciones de lo que sueña, pero pasados los años escribes de lo que has vivido y de la experiencia. Las canciones quizá son más directas pero también son más de verdad, están más dolidas, están más vividas.

-¿Si le pidieran consejo los concursantes de 'OT' qué les diría?

-Los veo bien encaminados, creo que el programa ha cambiado mucho desde mi época hasta ahora y veo que tienen mucho talento, que es lo más importante.

-¿Y La Voz

-Mucha experiencia también. Una vivencia bonita porque es un programa en el que se viven las emociones y el sueño de la música  de una manera muy cercana. Personalmente, adquirí mucha importancia. 

-¿Con los años ha aprendido a digerir la fama?

-La llevo muy bien porque han pasado muchos años y estoy bastante hecho al medio. Y es que todo el mundo me trata muy bien. Muchos me hacen comentarios y todavía hay alguno que dice "déjate el pelo largo", jajaja. Con los años, mi carrera ha ido creciendo de una manera muy grande en la parte musical y al final la gente se fija en eso.

-Miedo escénico, emoción... ¿Qué siente cuando sube al escenario?

-Vértigo, te expandes... Sales y te transformas. Hay una fuerza mayor ahí que hace que puedas con todo. Luego me bajo del escenario y vuelvo a ser un tío normal y pienso cómo me he podido subir ahí y cantar ante tantos miles de personas. Das tu vida ahí y hay una adrenalina que te invade y que solo aparece allí. Es una sensación que no está en otro momento. El otro día, en Sevilla, toqué para 22.000 personas. Llevaba año y medio sin subir al escenario y volví a sentir la adrenalina. Después entendí por qué me dedico a esto, entendí por qué doy mi vida a ello, el sacrificio que hago. No sé explicarlo, pero es un momento alucinante.