Rocío Crusset está pasando unos días de relax en Eivissa tras su reciente ruptura sentimental. La modelo, que es una enamorada confesa de la isla pitiusa, ha disfrutado de la tranquilidad del mar con unos amigos a bordo de una lancha.
El grupo estuvo navegando por aguas de la vecina Formentera, con la playa de Illetes de fondo, un impresionante paisaje de aguas cristalinas.
Durante su jornada en alta mar, la sevillana ha sorprendido a sus seguidores con un posado en bañador al puro estilo de Los vigilantes de la playa, que ha generado una avalancha de comentarios.
La hija de los periodistas, Mariló Montero y Carlos Herrera, afronta su primer verano como soltera tras la ruptura con el también modelo, Juan Betancourt hace varias semanas.