Enrique y Meghan Markle protagonizan una boda moderna y rompedora
La celebración, ante 600 invitados, ha tenido el boato requerido, pero también la frescura que aportan los novios
Una pareja con caretas de Meghan y Enrique, ante el castillo de Windsor. /
REUTERS
Con un sol radiante, más californiano que inglés, el príncipe Enrique Windsor y la actriz americana, Meghan Markle, se han convetido este sábado en la capilla de San Jorge en Windsor en marido y mujer. Decenas de miles de personas han festejado el paso de los novios por el centro de la ciudad, deseosos de no perder detalle y presenciar un espectáculo, que no ha decepcionado a los adeptos al famoseo. Tampoco a los que esperaban una ceremonia diferente. Porque la de Enrique y Meghan ha sido una boda real sin precedentes, en la que la americana rindió un orgulloso homenaje a sus raíces afroamericanas.
Luther King y música soul
Del lado del novio ha habido música de órgano, barroco inglés, salmos y oraciones propias de la iglesia anglicana, a cuya cabeza está su abuela, la reina Isabel II, de 92 años, que ha acudido acompañada por su esposo Felipe, el duque de Edimburgo de 96, recién operado de la cadera.
Pero sin duda fue idea de la novia el invitar al obispo episcopaliano americano, Michael Curry, que ha dejado estupefactos a los invitados. Curry se ha marcado una larga arenga sobre el amor y ha citado a Martin Luther King en un tono encendido y gesticulante, más propio de Harlem que del regio templo gótico del siglo XV donde ha discurrido la ceremonia. La única que parecía asentir con la cabeza y saber perfectamente de qué iba el obispo era la madre de la novia, Doria Ragland, digna y emocionada al ver a su hija casándose con un nieto de la reina de Inglaterra.
Lo que pensaba ante este enlace insólito, solo ella lo sabe. Tras el reverendo, se han escuchado las voces de un coro también de color, el de Karen Gibson y The Kingdon Choir, que ha entonado el ‘Stand by me’, un clásico de la música soul de Ben King, en versión gospel. Y de color ha sido también el chelista, un británico de 19 años, Sheku Kanneh-Mason, elegido expresamente por Meghan. Un verdadero talento que ha interpretado el ‘Ave María’ de Schubert y ha sido una de las estrellas de la ceremonia.
El gesto de Carlos
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha casado a la pareja, que se ha dado el ‘sí quiero’ y ha intercambiado las alianzas matrimoniales antes los 600 invitados que han llenado el templo. Los hijos de los duques de Cambridge, Carlota, de 3 años, y Jorge, de 4, han formado parte de los 10 pequeños que han acompañado a la novia en su entrada. Su madre, Kate, ha reaparecido por primera vez en público tras el nacimiento de Luis, su tercer hijo, hace menos de un mes. El príncipe Guillermo ha actuado de 'best man' (padrino) de su hermano. Y tal y como se acordó en el último momento, el príncipe de Gales acompañó durante un tramo a la novia al altar, en un gesto que le ha hecho ganar muchos puntos.
Un diseño inesperado
Con un vestido blanco de seda, cuello barco y corte muy clásico, con cinco metros de velo, que recordaba al estilo de Jackie Kennedy, Meghan ha dado la gran sorpresa al elegir a la diseñadora Clare Waight Keller, diseñadora británica de la firma Givenchy, que no estaba en absoluto en las quinielas. Meghan ha lucido una tiara que perteneció a la abuela de Isabel II. El misterio ha quedado desvelado cuando ha descendido del Rolls Royce de época que l aha conducido a la capilla. Al verla llegar a su lado, a Enrique se le han humedecido los ojos. "Estás preciosa", le ha dicho. A lo largo de la ceremonia, ha habido entre la pareja miradas constantes, sonrisas, complicidades y algunos comentarios. El oficio ha concluido con un cálido beso al salir de la capilla, entre los aplausos y gritos del público. Si ella parecía enamorada, a él se la caía la baba.
Duques de Sussex
La reina ha sido generosa con su nieto, al que ha cubierto de títulos nobiliarios. Enrique y Meghan son a partir de ahora duques de Sussex. El novio se ha convertido además en conde de Dumbarton y barón Kilkeel. La boda ha sido lo prometido. Una mezcla de los dos mundos que representan los novios. Se ha mezclado la realeza con las celebridades del mundo del cine, el deporte, la moda y la música. Un desfile de famosos que nada ha tenido que envidiar a la alfombra roja de los Oscar para deleite del público que aplaudía y vitoreaba a las estrellas.
Oprah Winfrey y el actor Idris Elba han sido madrugadores. Les han seguido George Clonney y su mujer Amal., con un espectacular vestido amarillo de Stella McCartney y pamela a juego. A pocos pasos ha llegado David Beckham de chaqué gris, y su esposa Victoria. La diseñadora ha elegido una de sus creaciones de color negro, más propia de un funeral que de una boda primaveral. El actor Tom Hardy ha sorprendido con la cabeza completamente rapada, y ya en el templo se le ha visto charlando animadamente con su colega inglés, el 'showman' James Corden. La tenista Serena Williams (en rosa, de Versace), gran amiga de la novia, no se ha querido perder la boda, al igual que el cantante Elton John, que tuvo una estrecha relación la princesa Diana y la ha mantenido posteriormente con los dos hijos de la princesa.
Estos no olvidaron a la familia de su madre. Su tío, el polémico conde Charles Spencer, ha sido uno de los primeros en llegar. La hermana de Diana, Lady Jane Fellowes, se ha encargado de una de las lecturas en la ceremonia. Pippa Middelton, ahora señora de Mattews, ha lucido embarazo con uno de esos vestidos floreados que solo las inglesas se ponen. Nohan faltaron tampoco dos exnovias del príncipe Enrique, Chelsy Davy y Cressida Bonas. Entre los invitados ha estado también Amelia Thompson, de 12 años, una de las víctimas que sobrevivió al ataque terrorista de Manchester Arena, hace casi un año. Amelia tenía dos invitaciones y le ha dado una a la abuela de Olivia Campbell-Hardy, que murió en el ataque. Finalmente Kensington proporcionó una tercera a la madre de la niña.
Los recién casados han recorrido en carruaje descubierto tirado por caballos las calles del centro de Windsor. La policía había pedido que no se arrojaran confetis, ni cosa alguna a los novios, por motivo de seguridad. La primera celebración estaba ya en marcha en el vestívulo del castillo de Windsor. Una recepción organizada por la reina. El palacio de Kensington ha confirmado que, rompiendo también en esto con la tradición, la novia pronunciaría un discurso durante el banquete, costumbre reservada a los hombres. Meghan ha entrado pisando fuerte en la corte de los Windsor.
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La hora del humor ha llegado:
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Todos los comentaristas coinciden: esta pareja está colada el uno por el otro. Atención a lo que dice él: "¡Estás impresionante! Soy tan afortunado..."
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Es evidente que el hombre que más ha triunfado en la boda es David Beckham.
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El pastel nupcial, obra de la pastelera y 'estilista gastronómica' Claire Ptak. Como la novia, nació en California y vive en Londres.
La doble española de Meghan Markle también estaba de boda... pero al otro lado de la barrera. Lo cuenta la propia Begoña Villacís en un tuit. La concejala madrileña de Ciudadanos estaba casando a una pareja.
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El mensaje del día lo ha servido el obispo Michael Curry. "¡El amor es el camino!".
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Los recién casados salen ya de la iglesia de San Jorge.
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El violonchelista Sheku Kanneh-Mason solo tiene 19 años y es otro de los triunfadores de la ceremonia.
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El momentazo del sí y los anillos:
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Michael Curry, que tiene una cuenta de Twitter de lo más activa, ha citado a Martin Luther King.
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Los momentos cumbre: Enrique y Meghan se acaban de dar el sí, y ahora se intercambian los anillos.
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El coro canta ahora el célebre 'Stand by me' de Ben King.
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Recuerden este nombre: obispo episcopaliano Michael Bruce Curry. Ovación en la sala de prensa cuando ha terminado su intervención.
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A Meghan parece estar a punto de estallarle la risa, mientras que Enrique se lo mira como diciendo "de dónde ha salido este"...
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Definitivamente, este hombre se está comiendo la ceremonia. Con su tono de monologuista intenso, provoca a partes iguales hilaridad, risas y alguna incomodidad.
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"Cuando el amor es el camino", sería la síntesis del sermón de Michael Bruce Curry, el histriónico obispo episcopaliano, que impone su estilo.
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Las miradas derretidas de los novios están haciendo las delicias en la red...
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Realmente, el obispo norteamericano es un 'showman'. Nada que ver con la sobriedad del arzobispo de Canterbury. Gesticula, sube el tono, grita...
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El obispo episcopaliano estadounidense Michael Bruce Curry lee ahora, en una 'tablet', un pasaje de la Biblia.
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Toma la palabra el arzobispo de Canterbury. Los novios sonríen, se les ve felices. "I will", acaban de decir ambos tras el discurso del religioso. O sea, que sí.
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Tras unos metros caminando sola hacia el altar, Meghan toma el brazo de su suegro, el príncipe Carlos, y se dirige al altar.
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Los que vaticinaron que Meghan no se casaría de blanco porque está divorciada se equivocaron.
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El vestido de Meghan es de la diseñadora británica Clare Waight Keller, directora artística de Givenchy. Tampoco era de las primeras en las quinielas.
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Han sonado trompetas, ahora campanas, la gente grita. Ciertamente, los ingleses lo viven.
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Las apuestas de han equivocado con el color del vestido de la reina Isabel. Todo apuntaba a que iría de azul.
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La reina Isabel II, 92 años, se aproxima en su coche. Lleva un vestido de color verde lima, con un toque morado en la pamela. Sonríe mucho. A su lado, el duque de Edimburgo, 96 años, recién operado de una cadera.
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Enrique y su hermano, Guillermo, están sentados, esperando a la novia. Suena música de órgano. El novio parece relajado, sonríe a sus amigos y conocidos. Su cara es ahora mismo el centro del mundo. En breve lo será la de su inminente esposa.
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El coche en el que va Meghan Markle se aproxima a la iglesia. La gente se está empezando a excitar mucho.
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Enrique y su hermano Guillermo, que oficia como padrino, llegan caminando, ambos en traje de gala.
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Entre los invitados están los compañeros de reparto de Meghan en la serie 'Suits', cuando ella era actriz. Y Harry ha invitado a dos de sus exnovias, Chelsy Davy y Cressida Bonas
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¡Alerta! La novia acaba de salir del hotel. Lleva una tiara y un velo cubriéndole el rostro.
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De momento, en cuestiones de atuendo parece que va ganando Kitty Spencer, prima del príncipe Harry. Su vestido verde con flores triunfa entre los comentaristas. Y entre los hombres el que se lleva la tostada es David Beckham.
Begoña Arce acaba de pillar a los novios en un renuncio: se dijo que no habría políticos entre los invitados, pero acaba de llegar el exprimer ministro conservador John Major acompañado de su esposa.
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Los expertos, o simples sabiondos, también tienen su día. Hay quien alaba el vestido de Amal Clooney (de Stella McCartney) pero le reprochan: a) con pamela hay que llevar el pelo recogido, y b) la pamela debe caer hacia la derecha para dejar libre la mejilla izquierda para besar (toma ya, protocolo). Y de Serena Williams, gran amiga de Meghan Markle, se dice que el vestido (de Versace) es divino, pero que la larga caída de trenzas es poco menos que una grosería.
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Lo dicho: los mordaces de Twitter se van a poner las botas hoy. Y, sí, la silla Harry existe de verdad en Ikea.
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Tampoco pueden faltar los tuiteros más afilados. Aquí está, a punto de aterrizar, @norcoreano y sus extraños compañeros de banquete.
11:50
Por supuesto, Elton John no podía perderse la boda real. Está charlando muy animadamente con otros invitados.
11:48
Sigue el desfile. Ahora llega Pippa Middleton, con su embarazo y su bonito vestido primaveral.
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Más famosos. Ahora desfilan los actores Tom Hardy ('Dunkerque', 'El renacido', 'Peaky Blinders'), sorprendente con la cabeza afeitada, y su esposa, Charlotte Riley.
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Victoria Beckham ha optado por vestirse de negro, un color considerado poco apropiado en Inglaterra para una boda primaveral. David, de gris, muy clásico.
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Ahora acaban de llegar George Clooney y su mujer, Amal, que luce un espectacular vestido de color amarillo con pamela de idéntico color.
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Extremas medidas de seguridad. La policia registra los bolsos de todos los que llegan a Windsor. Se ha pedido a los presentes que no arrojen confetis a los novios, ni ningún otro material, nos cuenta Begoña Arce.
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Serena Williams, su marido, Alexis Ohanian, y la pequeña Alexis Olympia, listos para la boda.
11:19
Los expertos en moda, atentos a todo. Aquí una cuenta de Twitter que denuncia un 'faux pas' de una invitada. Pamela y gafas de sol, ¡jamás! Siempre se aprende algo.
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La banda de la Guardia Irlandesa desfila con sus alegres músicas por Windsor.
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Ciertamente, a este tipo de acontecimientos se aconseja ir orinado. Esta imagen ilustra lo complicado que puede llegar a ser para algunas damas...
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El anillo de boda de Meghan es de oro galés, según manda la tradición, y ha sido fabricado con unas pepitas regalo de la reina. El de él es de platino.
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Aquí podemos ver la ruta que seguirá el carruaje que transportará a los recién casados tras la boda.
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El pastel de la boda se ha presentado durante el Desayuno Nupcial, una tradición que se remonta a los tiempos de la reina Victoria. Aquí, algunas tartas de anteriores bodas reales.
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Y ahora mismo la agencia Reuters nos informa de que Oprah Winfrey, la estrella de la televisión norteamericana y ocasional actriz, acaba de llegar.
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Nos cuenta Begoña Arce que uno de los primeros en llegar a la capilla de San Jorge ha sido el hernano la Princesa Diana, el conde Charles Spencer.
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Están empezando a llegar muchos invitados, ellos con sus chaqués y ellas con sus variopintos vestidos. Las cámaras se centran en el cantante James Blunt (sí, aquel que fue militar y triunfo con aquella balada tan, ejem, empalagosa, 'You're beautiful')
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Nuestra enviada especial a Windsor, Begoña Arce, ya lleva un buen rato inmersa en el ambiente, muy colorido, como puede verse en esta imagen que nos manda vía Twitter.
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Meghan empieza el día ennoblecida, pero más tajada saca su inminente marido. Además del ducado de Sussex, su abuela ha otorgado al pelirrojo Enrique los títulos de conde de Dumbarton y barón Kilkeel.
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Meghan Markle es desde hoy duquesa de Sussex. El título que le ha otorgado la reina Isabel II es uno de los pocos que aún estaba vacante. Su origen se remonta a 1801, cuando el entonces rey Jorge III (1738-1820) otorgó el ducado de Sussex a su hijo Augusto, uno de sus 15 hijos.
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Meghan Markle ha pasado su última noche de soltera en un hotel de altísimo copete, el Cliveden House. A estas horas debe de estar con los últimos detalles del vestido, el maquillaje... En este tuit vemos la llegada al hotel de Meghan, ayer por la tarde, con su madre, Doria Ragland.
10:30
La de hoy va a ser la 16ª boda real que se celebra en el castillo de Windsor desde 1863.
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La cuenta de Twitter de la familia real británica va a echar humo hoy. Aquí, un detalle del ambiente en Windsor.
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La policía calcula que habrá unas 120.000 personas curioseando por la zona, muchos de ellas con atuendos extravagantes y exaltación nacionalista británica. Para que el mundo entero esté informado hay unos 5.000 periodistas.
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Los fans más acérrimos llevan días acampados en los alrededores del castillo para no perderse ni el vuelo de un gorrión. Van provistos con mantas, termos, comida, de todo. Estos días ha hecho rasca, sobre todo de noche, pero la previsión indica para hoy cielo despejado. A estas horas, estamos a 14 grados.
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A las cinco de la mañana han salido los primeros trenes que cubren los 40 kilómetros que hay entre Londres y Windsor. Iban todos completamente llenos.
09:55
El día ha amanecido con la confirmación de que la reina Isabel II ha otorgado el título de duques de Sussex a los contrayentes, según ha informado el palacio de Buckingham.
09:53
Miles de personas esperan, desde hace horas, en las calles de Windsor la llegada de Enrique y Meghan. La boda está prevista para la una de la tarde, hora española, una menos en Gran Bretaña.