Alejandro Sanz ha decidido ampliar la familia. El cantante ha incorporado dos nuevos miembros: Frida y Baby. Se trata de dos perritas abandonadas, que se encontraban en la protectora Palevlas. El músico y sus retoños no se lo han pensado dos veces a la hora de adopar a sus nuevas mascotas.  

La primera en cruzarse en su camino fue Frida, un cachorro con un nombre nada casual. "En honor a México, que sigue siendo ese país tan 'chingón' que siempre fue, y a Puerto Rico, que por muy despeinada y desbaratada que esté ahora nadie le podrá quitar su sobrenombre: la isla del encanto", ha revelado el compositor y guitarrista en su cuenta de Instagram. 

"Esta perra (Frida) ha salvado más de 50 vidas en diferentes catástrofes y accidentes y se ha convertido en un símbolo de la solidaridad y el esfuerzo de los rescatistas de cuatro patas, de esos héroes caninos que han trabajado incansablemente junto a los humanos en este terrible terremoto en México", ha contado.

"Cuandonos enteramos que Frida tenía una hermana, nos parecía mal separarlas", cuenta Sanz. Y así fue como conocieron a Baby, una perrita bautizada por Alma, la hija menor del intérprete de '. "Las dos tienen caritas tristes -asume- pero nos encargaremos de que sean muy felices ❤️��".