Palomo Spain lleva a París su moda cañí

Al final todo quedó en un "malentendido" y los 'palomos', como se conoce a esta 'troupe' que forman el diseñador cordobés Alejandro Gómez Palomo y sus atrevidos y ambiguos modelos, pudieron desplegar su universo cañí en París y en el lugar inicialmente previsto, los salones del Centro Mona Bismarck.

Es la primera vez que Alejandro, ese joven de 25 años al que le gusta vestir a los hombres con volantes, faldas y chorreras, desfilaba en la semana de la moda parisina y su temática no podía ser más cercana: el flamenco, así que entre sus referentes estaba seguro el vestuario de un Miguel de Molina que tuvo que huir de España "por rojo y por maricón".

Y es que en menos de dos años, Alejandro Gómez Palomo ha pasado de ser un desconocido estudiante de moda en la Central Saint Martins de Londres a convertirse uno de los nombres más comentados de la moda patria. Sus campañas –con los modelos practicando sexo en el campo– han ayudado a ello.

DE NUEVA YORK A RUSIA

El lenguaje estético de esta firma cordobesa se basa en prendas masculinas inspiradas en el vestuario histórico y en los códigos de la moda femenina. Sus puestas en escena han sido muy alabadas, tanto en Madrid –donde a su performance acudió Almodóvar –como el pasado enero a Nueva York. Alejandro incluso ha llevado sus diseños a Rusia, un país poco dado a dar voz a la comunidad lgtbi.

El caso es que con estos credenciales, a 24 horas antes del desfile anunciado, alguien de la organización Mona Bismarck –que tiene su sede en California– se puso nervioso y puso problemas al evento porque no querían relacionarse con algo tan "abiertamente homosexual". Tampoco pasó inadvertido que la palabra "sexo" aparecía en las invitaciones cursadas, dirigidas a editores de moda, gente de la música e invitados varios.

Todo se subsanó y el desfile se pudo celebrar el miércoles por la noche. Eso sí, desde Palomo Spain tuvieron que emitir un comunicado que podrían haberse ahorrado: "Palomo es una marca que no discrimina, que vive de compartir, de disfrutar, de la generosidad. Y en su mente no caben la discriminación ni cualquier ataque a la diversidad y el disfrute. Prohibir y discriminar en una industria tan abierta como la de la moda es absurdo".