Como cada año por estas fechas, la familia real británica ha asistido a las carreras que se disputan en Ascot. La cita anual en el famoso hipodrómo británico ha estado marcada por el temor a un atentado y el recuerdo de las víctimas. La reina Isabel II ha llegado este martes con carroza a la primera jornada del Royal Ascot, la competición hípica que reúne a lo más selecto de la sociedad británica y cuya seña de identidad son las extravagantes pamelas y tocados que lucen las mujeres.

Isabel II de Inglaterra, de verde fosforito y con sombrero a juego, junto al duque de Edimburgo, con traje gris de levita, ha guardado un minuto de silencio por las víctimas de los recientes atentados en Londres y Manchester.

El príncipe Carlos ha asistido con chaqué y chistera junto a Camilla, que para la ocasión ha elegido un vestido blanco a juego con una llamativa pamela con floripondio.

DERROCHE DE ELEGANCIA Y SIMPATÍA

Por su parte, los duques de Cambridge han llamado la atención por su derroche de elegancia y simpatía. Guillermo de Inglaterra, con traje de etiqueta, sombrero de copa y flor amarilla en la solapa, mientras que su esposa, Kate Middleton, que ha charlado animadamente con la nieta de la reina Isabel, Zara Tindall y su marido, Mike Tindal, se ha decantado por un vestido largo de encaje blanco y un tocado troquelado.

Además de las fuertes medidas de seguridad que se han podido ver este martes en Ascot, como es tradicional ha destacado una multitud de sombreros, pamelas y tocados, unos elegantes, otros estrafalarios y algún que otro creativo.