El cantante británico Robbie Williams ha decidido tomarse con humor y quitarle hierro a las críticas recibidas por el gesto de limpiarse las manos con un gel desinfectante tras estrecharlas con algunos asistentes a su concierto de Año Nuevo de Londres. En un vídeo que ha colgado en Instragram, Williams ha repetido la acción y el gesto de asco después de saludar a su esposa, la actriz Ayda Field Williams, en su casa.
La noche de fin de año será recordada por el polémico gesto de Williams durante su actuación en Londres y por la actuación más bochornosa de Mariah Carey en Times Square cuando dejó de cantar porque, según ella, no escuchaba bien el sonido pregrabado.