¿El Mataiaies murió envenenado tras cenar la crema de champiñones aromatizada con cilantro que le preparó su madre? ¿Seguro? ¿Hubo un guiño por parte de los guionistas y el director para que el espectador se centrará en el primer plato? ¿Nadie reparó en las croquetas que iban a llegar como segundo plato? 

Apenas unas horas después de la emisión del último episodio de 'Nit i dia' 'Nit i dia'se abre el debate: ¿crema de champiñones o croquetas de la iaia?

La última cena en casa de la familia Ramos, o lo que quedaba de ella, discurrió en una cocina iluminada cenitalmente. A un lado, la madre. Enfrente, el hijo. La mujer decidida a hacer justicia y el psicópata nacido de sus entrañas, el que asesinaba a las ancianas que rezaban en misa con ella.

Los platos soperos, el salvamanteles, la olla humeante. La sospecha y el miedo en las cucharas. ¿Qué hay de segundo?, pregunta Marc. Croquetas, responde su madre. Los planos se cruzan: ella da dos cucharadas, él bufa y advierte un olor distinto en su sopa favorita. "Es cilantro, lo recomendaban en el mercado esta mañana" .No parece que el hijo único vaya a dar cuenta a la crema, no se fía. ¿Intuye algo? La madre sigue sorbiendo.

Corten. Fin de la escena.

Cuando los mossos asaltan el domicilio se encuentran los dos cadáveres apoyados a ambos lados de la mesa.

La madre acabó la sopa. Queda un plato sin acabar de croquetas, una medio mordida. Mataiaies dio el último suspiro mirando a su verdugo, la madre dormida. ¿Qué sucedió?

El matarratas elevó el gusto de la crema de los champiñones, esa que despreció el torturador de islamistas en pie de guerra y que comenzó a matar abuelas convencido de que la Iglesia y sus beatas son malignas.

Al Mataiaies lo eliminó la pasión por las croquetas, sostiene Pau Arenós.

O no.